02 julio 2023

“La poesía es mujer”, afirman las voces del presente

Poetas en el Hall de la Biblioteca Central de la UCV

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez)

Centro de Experimentación para el Aprendizaje Permanente (CEPAP)

Monografía del proyecto de investigación

Por Cristóbal J. Alva Ramírez 


Ecopoesía y memorias del ridículo arte

Registro analítico de la experiencia 

del Frente de Creación Literaria Oficio Puro 

(2012-2022)

República Bolivariana de Venezuela

Caracas, 6 de abril de 2023


Capítulo 4. “La poesía es mujer”, afirman las voces del presente


Las mujeres poetas en la historia del siglo XX venezolano estuvieron involucradas en luchas y compromisos que delinearon junto a diversas fuerzas el devenir político y cultural de la nación. Además, dieron su aporte para la transformación en lo simbólico y espiritual de la creación artística. Desde diversas perspectivas, se involucraron en diálogos interculturales y corrientes epistolares encontrándose con artistas e intelectuales más allá de las fronteras, con sentido universal. En algunos casos irrumpieron en el debate público, con la mirada hacia lo interno de la sociedad.

 

Se vieron afectadas, discriminadas, excluidas, invisibilizadas, pero asumieron posturas frente a desigualdades de la sociedad machista y conservadora; alzaron su voz y fueron parte de luchas sociales, políticas y culturales. Algunas de ellas cuestionaron la exclusión ejercida desde los circuitos literarios y los intentos de cooptación de la poesía desde esferas oficiales y sectores de poder.

 

Sus voces emergen desde la intimidad y la emoción hacia el compromiso transformador. Con sus respectivas cosmovisiones se proyectaron como fuerzas telúricas en un convulsionado siglo XX. Son referentes para la poesía contemporánea por sus ejemplos de vida y por la calidad de sus creaciones.

 La poesía es mujer, primera parte. Lectura en la Filven 2022


 

4.1. Figuras esenciales

Son referentes fundamentales para las agrupaciones poéticas de la contemporaneidad venezolana la vida y obra de escritoras como Enriqueta Arvelo Larriva, Olga Luzardo, María Calcaño, Ana Enriqueta Terán, Lydda Franco Farías, Luz Machado, Antonia Palacios, Elizabeth Schön, Ida Gramcko, Hanny Ossott, Yolanda Pantin, Miyó Vestrini, Laura Antillano, Belkis Arredondo, y Celsa Acosta, entre tantas otras. A continuación, se presentan semblanzas de cinco autoras que son permanentemente estudiadas en ámbitos de tertulias literarias y talleres del Frente Oficio Puro y de las agrupaciones fraternas.

 


 

 

4.1.1. Enriqueta Arvelo Larriva y la primera libertad del verso

Entre las poetas pioneras del siglo XX se encuentra Enriqueta Arvelo Larriva (Barinitas, Barinas, 22 de marzo de 1886-Caracas, 10 de diciembre de 1962). La vinculan cronológicamente con la Generación del 18, aunque ella nunca aceptó esa asociación o pertenencia (Angulo, Luis A., 2011). Afrontó la dictadura de Juan Vicente Gómez e hizo carrera política. Fue diputada a la Asamblea Legislativa del estado Barinas (1946-1947), y diputada suplente a la Asamblea Constituyente de 1947. Integró el grupo de colaboradores literarios del diario El Nacional y recibió en Caracas el Premio Municipal de Poesía (1957). También con la pluma se hizo presente en el debate político y cultural de su tiempo, proyectando su palabra desde el ámbito regional hasta el nacional.

 

Escribió los poemarios “Voz aislada” (1939), “El cristal nervioso (1941), “Poemas de una pena” (1942), “El canto del recuento” (1949), “Mandato del canto” (1957), “Poemas perseverantes” (1960), “Caballo de fuego” (2012).

 

Luis A. Angulo (2011) considera que su nombre queda establecido en la lista de figuras imprescindibles que arranca con Andrés Bello (Caracas, 1781-Santiago de Chile, 1865), pasando por José Antonio Pérez Bonalde (Caracas, 1846-La Guaira, 1846), Francisco Lazo Martí (Calabozo, 1869-Maiquetía, 1909), y que alcanza a J. A. Ramos Sucre (Cumaná, 1890-Ginebra, 1930) y Andrés Eloy Blanco (Cumaná, 1897- Cuernavaca, 1955), junto a muchos otros, “en lo que constituye el inicio del cuerpo esencial y orgánico de la gran poesía escrita en Venezuela” (p.125).

 

En sus escritos realizados entre 1940 y 1948 se encuentra un texto que aborda, de modo reflexivo y con potencia metafórica, el impacto trastornador de la segunda conflagración mundial:

 


 

Imagen

El átomo ha dejado de ser sutil durmiente

y es ahora la forma en preñez de destino.

¿Impulsará guadaña desnuda de amarantos?

¿Labrará el faro fijo

que equipe los caminos con rayos destrozados?

 

Su misterio demuele dinteles de sosiego

y su explosión aturde huesos, paisajes, almas,

mas inventa belleza

en carne de columna que estrena el universo

y levanta los cielos madrépora de espuma

cuando hace hundido fuego para matar corales.

 

Ya me sembró su imagen la columna de agua.

Asiérrame la noche, lima todo mi día.

Picando sorprendido en hicacos de nubes,

De mis voces un pájaro saca una canción nívea.

 

Oh primario elemento, ¿a qué viene tu fuerza?

¿A asustar a los exhaustos hombres y a los niños?

¿A endurecer la costra de la esencia?

¿Nos hallaste en llamado a la oliva y al trigo?

 

De la prueba flamante ya no escucho el estruendo;

oigo la casta espuma de la columna de agua.

¿Será esa mole eterna que remata la imagen

la nueva y firme nieve para un hondo trineo?

En esa espuma clavo mi resto de esmeralda.

Enriqueta Arvelo Larriva (1987, p.437).

 

La voz descriptiva de sus lares nativos que predomina en su obra abre espacio para personajes de la historia y aparecen Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Así también sus contemporáneos amigos adquieren la dimensión de luchadores, como Rafael Pocaterra y Aquiles Nazoa, a quienes dedica líneas con fraternal admiración. A veces una sola palabra resume su visión del compromiso:

 

Sol de mundo

En banderas —tela pobre—

sol de julio, brillo y fuerza.

Sol de patria que ilumina

para ver pasado y hoy.

Hoy, pasado… ¡Verlos hondo!

¡Sol de patria en límpido,

radia ancho, porque vamos

a la caza del futuro!

El futuro,

pieza rica aún enselvada.

 

¡Me entusiasma el sol extenso!

Sol de patria es sol de América.

Sol del mundo.

 

Y saludo al ver tus ojos:

¡Compañero!

Enriqueta Arvelo Larriva (1987, p.419)

 


 

Entre imágenes de penumbras también puede aparecer la voz de Eros:

 

Exacta copia

En la atrevida noche

Del olor derramado que cayó en mi vigilia de vírgenes bostezos,

cuando el reloj parose oscuramente,

vino una voz a mi almohada.

 

Érase voz henchida,

susurrante como para dar miedo a los niños

y deslizó en la sombra hondo aliento de selva,

más yo la conocía:

era la misa voz que a luz abierta mecía mi nombre como rama olorosa.

 

Me turbé. ¿No se turba el tropezado vuelo?

Mi ágil pulso inmaduro incendió el ondeante aliento de la selva.

Aguardé, junto a horas sin jornada, levantando muy lenta mi nocturno.

Gusté la serpiente en sus cenizas.

Enriqueta Arvelo Larriva (1987, p.447)

 

Alfredo Silva Estrada sostiene que

 

“Enriqueta es creadora de una música. Entre nosotros, fue ella quizás la primera, el primer poeta en romper con las formas convencionales, “la música cercada”, la continuidad del discurso regido por métrica y tiránicas rimas, para liberar en la libertad del verso libre los dictados del ser interior” (Silva Estrada, Alfredo. En: Arvelo Larriva, Enriqueta, 1987, p.513.).

 


 

4.1.2. María Calcaño, rebeldía y fecundidad

La escritora zuliana María Calcaño ejerció un erotismo subversivo en su obra, que la enfrentó a la hipocresía de una sociedad conservadora. Desde la primera aproximación a su vida y creaciones, hubo una conmoción en la LXXV tertulia literaria quincenal del Frente Oficio Puro (2015p), realizada el viernes 30 de octubre de 2015, así también en diversos y sucesivos momentos hasta la sesión N° CLXIX (Oficio Puro, 2020c), la última realizada antes de la declaratoria de cuarentena nacional. En las tertulias literarias y en los espacios de taller se han revisado intensamente los tres poemarios conocidos y textos adicionales publicados póstumamente por Monte Ávila Editores Latinoamericana.

 

Cosmos

Una gran desnudez:

mi cuerpo

y la noche…

 

Pero sueño en el alba!

 

Alba:

abertura de sangre

y de alas.

 

Y el pájaro,

dueño del bosque

con un trino…

 

La vida

es este montón de tierra fértil!

 

El hombre

y yo

somos la quimera.

 

Dios

en su grave verdad.

 

Y sobre nosotros,

como una maldición,

esta sombra monstruosa.

María Calcaño (2014, pp. 9-10)

 

María José Francisca del Carmen Calcaño Ortega (Maracaibo, estado Zulia, 12 de diciembre de 1906-23 de diciembre de 1956), poeta autodidacta, narradora, encaró una vida complicada desde temprana edad. Tuvo que abandonar la escuela primaria a los 14 años para contraer un matrimonio arreglado, y a los veintiséis años había procreado seis hijos, con el disfrute y las dificultades que eso conlleva. Ejerció desde 1945 como agregada cultural de la Embajada de Venezuela en Cuba y en Haití, y vivió por varios años en República Dominicana y España.

 

Escribió “Alas fatales” (1935), “Canciones que oyeron mis últimas muñecas” (1956) y “Entre la luna y los hombres” (1961); “Páginas de un diario olvidado y otros relatos” (1916-1956). Su Obra poética completa (2008), publicada por Monte Ávila Editores, incluyó dos textos hasta entonces inéditos “La hermética maravillada” y “Poesía”. No formó parte de ninguna agrupación literaria, aunque se vinculó a la agrupación “Seremos”, integrada por Héctor Cuenca, José Ramón Pocaterra y Héctor Araujo Ortega, con quien consolidó una relación de pareja.

 


 

Grito indomable

Cómo van a verme buena

si me truena

la vida en las venas.

¡Si toda canción

se me enreda como una llamarada!

y vengo son Dios

y sin miedo…

 

¡Si tengo sangre insubordinada!

y no puedo mostrarme

dócil como una criada,

mientras tenga

un recuerdo de horizonte,

un retazo de cielo

y una cresta de monte!

 

Ni tú, ni el cielo

ni nada

podrán con mi grito indomable

María Calcaño (2014, p.20)

 

El desbordamiento de sensualidad y su vivencia de la maternidad como realidades poéticas (y no como limitante de la condición de mujer), anidaron en el Frente Oficio Puro. También su posición de dignidad ante la muerte previsible. Algo similar ocurrió en las apreciaciones de su obra expresadas por las agrupaciones fraternas consultadas para esta investigación.

 

Advierte Cósimo Mandrillo (2008), reconocido estudioso de su obra, que lo erótico es elemento importante de lo íntimo, pero no el único, pues María Calcaño despliega diversos recursos en su estrategia de mostrarlo:

 

“(…) Quizá el más visible de ellos sea la asunción de un tono infantil que viene muy bien con el título de su segundo libro Canciones que oyeron mis últimas muñecas. Aunque se trata del libro de una mujer madura que al momento de su publicación se sabe ya condenada a muerte, la voz poética despliega un tono de inocencia inexistente en Alas fatales.

(…) Lo infantil mantiene el discurso amoroso en un plano donde lo erótico, si existe, se encuentra atenuado y disminuido” (Mandrillo, Cósimo, 2008).

 

Precisamente, de “Canciones que oyeron mis últimas muñecas”, se presenta el siguiente poema:

 

Noche de junio

sofocada la cara

he salido de la enredadera…

Todavía estoy llorando.

 

Olorosa a monte,

a nido…

Es de cayenas rojas

mi corona de novia.

 

El viento me sigue,

y todos los árboles me saludan.

Y el cielo parece que huye;

pero anda conmigo!

Mis lágrimas son de alegría.

 

Que llegue marzo!

Con los primeros retoños

mi hijo llegará.

Nacerá de mi llanto,

de mi susto con júbilo,

de mis mares sin luna…

 

Entonces

sabré yo, sabrás tú,

el significado profundo

de estas cosas.

María Calcaño (2014, pp. 136-137)

 

 


 

4.1.3. Olga Luzardo de acero templada

Olga Luzardo (Paraguaipoa, estado Zulia, 29 de febrero de 1916-Caracas, 19 de septiembre de 2016), poeta, escritora, economista, periodista, activista y dirigente histórica del Partido Comunista de Venezuela, aparece comprometida en la lucha contra las dictaduras y la autocracia liberal del siglo XX, desde la clandestinidad y procesos insurreccionales. Fue promotora del movimiento para lograr el sufragio femenino y se encuentra entre las pioneras en la lucha de la mujer por su emancipación en perspectiva revolucionaria.

 

Amante: puedes irte cuando quieras

que yo estoy cierta de lo que deseo

y no es la protección de tus brazos robustos

lo que ha necesitado el roble de mi cuerpo.

 

Cuando para tus ansias mi presencia no sea

motivo de ternuras y dulzor verdaderos;

aunque para mis ansias fueras tú todavía,

yo quiero que te marches,

mi amante dulce y bueno.

 

No me encontré yo en ti

y fuera imposible y mezquino deseo

el que en ti me hallara

como un simple vacío.

 

Tú eres “él” yo soy “ella”

y en nuestros yo distintos

hay diferentes y encontrados anhelos.

 

Cuando para tus ansias mi presencia no sea

motivo de ternuras y dulzor verdaderos,

aunque para mis ansias fueras tú todavía,

yo quiero que te marches,

amante dulce y bueno.

 

Que si yo me cansara de tus besos ardientes

o sintiera en mi vida el nacer otro anhelo

no volviera al abrazo de tus brazos robustos

y marchara al encuentro

de mi nuevo deseo.

Olga Luzardo

(En: Jiménez, Julio, 2010, p.350)

 

Herida y detenida, Olga Luzardo fue encarcelada durante dos años, en la penitenciaria de San Carlos, estado Cojedes, desde donde escribió numerosos poemas. Con grave deterioro de salud, fue liberada y exiliada a México y luego a la Unión Soviética.

 

Entre sus publicaciones se encuentran los poemarios en “Multitud” (1938), “Flor de cactus” (1942), obra que reúne poemas escritos entre 1935 y 1942, algunos de ellos en prisión. Le siguen “Piedra blanca” (1953) y “Huellas frescas” (1993).

 

Integró la Unión de Muchachas de Venezuela (UMV), primera organización juvenil de mujeres obreras y estudiantes que, entre los años 1951 y 1953, sirvió como plataforma de lucha, y fue severamente perseguida por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez hasta su desmantelamiento.

 

Olga Luzardo escribió un poema para su hija Iguaraya Pérez Luzardo, quien ha sido reconocida como experta en el ámbito de la psicopedagogía, y que a su vez es madre de la poeta y educadora María Victoria Hernández Pérez, integrante del Frente Oficio Puro.

 

Yo quiero que seas soldado

Hija mía: yo quiero que seas soldado

y que lleves al hombro un fusil

y en tus ojos un odio sagrado.

 

Para que las guerras se acaben mañana

y los campos se cubran de brazos

y se llenen de voces alegres las fábricas,

hija mía: yo quiero que seas soldado.

 

Que la sangre tuya bañe las banderas

de muchos colores que ondulan al mundo

si por nuestra causa se hace necesario.

 

Que la paz, imposible entre tanto

que hayan patrias y existan fronteras,

no te encuentre nunca, soñando inactiva

y sin un buen fusil a la espalda.

 

Porque el día en que todos nosotros

tengamos un arma y un deseo de vida distinta,

será toda la tierra una sola patria.

 

Para que haya la paz, es preciso hija mía,

Que los pobres del mundo tomemos las armas.

Y por eso, yo quiero que seas soldado.

Olga Luzardo (2017)

 

El 19 de septiembre de 2016, la centenaria Olga Luzardo partió hacia la eternidad con Petrovna, su pseudónimo periodístico, y Jorge, su nombre guerrillero (Rojas Olaya, Alí, 2020).

 


 

4.1.4. Ana Enriqueta Terán, entre el barroco y las vanguardias

Ana Enriqueta Terán (Santa Elena, Valera, estado Trujillo, 4 de mayo de 1918​-Valencia, estado Carabobo, 18 de diciembre de 2017) fue poeta y diplomática. Ejerció en el servicio exterior en Uruguay (1946) y Argentina (1950).

Allí compartió con voces vigorosas de la literatura del Cono Sur. En París, Francia, donde residió por algunos años, se vinculó a las vanguardias artísticas y literarias europeas. Cultivó el soneto y formas líricas del barroco español y, posteriormente, emprendió los caminos del verso libre. Recibió el Premio Nacional de Literatura (1989-1990) y el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Carabobo.

 

Su obra ha sido ampliamente reconocida en el país y en el exterior. Comprende los siguientes títulos: “Al norte de la sangre” (1946), “Presencia terrena” (1949), “Verdor secreto” (1949), “De bosque a bosque” (1970), “El libro de los oficios” (1975), “Libro de Jajó” (1980-1987), “Música con pie de salmo” (1985), “Casa de hablas” (1991), “Albatros” (1992), Antología poética (2005), “Construcciones sobre basamentos de niebla” (2006), “Piedra de habla” (2014).

 

De este último libro antológico se comparten los siguientes poemas:

 

XVI[1]

Alzo mi oscura voz y te presento

copas de sal, lebreles de dulzura;

son mis huesos la tibia arquitectura

que sostiene mi sangre y mi lamento.

 

¿a qué llorar, a qué reír, si siento

encendidos planetas, espesura

de humana savia, campos de pavura

donde se torna cruel mi pensamiento?

 

Son mis cabellos de color cautiva,

mi opaca lumbre, mi dulzor primero

por el que muero tierna y rediviva.

 

Son el fuego, la piedra, la saliva,

es mi dolor gemido hasta el acero.

¿A qué llorar, si vivo en roca viva?

Ana Enriqueta Terán (2014)

 

Asume que fue influenciada por los clásicos españoles, fundamentalmente por Luis de Góngora (a quien dedica el poema “La playa azul de la persona mía”), y Lope de Vega. Tributa también de la poesía francesa de Arthur Rimbaud y Charles Baudelaire. En Montevideo conoció a Juana de Ibarborou, quien prologó su obra “Verdor secreto”. Posteriormente se radicó en París, donde hizo amistad con los artistas plásticos Pablo Picasso y el cubano Wilfredo Lam.

 

En registro audiovisual del Centro Nacional del Libro[2] expresó:

 

“Toda la vida me sentí mestiza, y aunque cultivé las formas clásicas, y mi nutrimento fue la gran poesía del siglo de oro, nunca me dejé de sentir mestiza venezolana. Rafael Alberti me llamaba en Buenos Aires “La Guaricha número uno” (Cenal, 2013).

 

En el mismo documental relata que vivió en varias ciudades de Venezuela. Llegó a mudarse hasta en diecisiete oportunidades, residiendo en Valera, Morrocoy, Jajó, Valencia, Margarita y Caracas, espacios geográficos y humanos que se expresan en su obra. Rememora que en su casa cuando fueron arribando al mundo ella y sus hermanos se sembraba un árbol en cada acontecimiento. El de Ana Enriqueta Terán, segunda entre los hermanos, fue un samán junto al cual creció, y recuerda que a sus siete años ya era un árbol inmenso[3] (Cenal, 2013).

 

A continuación, se recupera un texto para compartirlo y saludar la vida junto al Samán de don Andrés Bello, para próximas lecturas en el bosque del Foro Libertador, en Caracas.

 

Elegía a un samán

 

Recuerdo como fuiste y dónde fuiste

mezcla de viento y cielo enfurecido

y entresoñado silabario triste.

 

Tu musical urdimbre de colmena

era a la niña tiempo desceñido

y monedero de la luna llena.

 

Hubo patio interior y barandales

que traspasaste libre y encendido

con tu amarilla venta de turpiales.

 

Hubo gente de amor y la hermosura

Rescató tu silencio del urgido

Memorizar de la simiente oscura.

 

A más tiempo se acorta la distancia

Entre el hoy y un ayer como de olvido

Construyendo tu noche y tu fragancia.

 

Tu fragancia, suavísima redoma

labidental como lo verde ha sido

y vaciados zureos de paloma.

 

Corteza abajo penetraste el suelo

húmedo, lentamente acontecido

por tu raíz avizorando cielo.

 

Aún después de ti mismo sigue alerta

tu inmensa sombra de ángel desvestido,

tu verano, tu lámina despierta,

 

tu enmarañado traje florecido

como el umbral de un aire que presiento

avergonzado, fiel, sobrevivido;

 

suerte de ausencia, copa en movimiento

cuando del cielo fuiste desprendido

esparciendo tu cálido argumento

 

de follaje quebrado, malherido

ya para siempre en alto pensamiento.

Ana Enriqueta Terán[4] (2014, p.83)

 

Ana Enriqueta Terán fue la primera mujer homenajeada en el Festival Mundial de Poesía de Venezuela, en 2007.

 


 

4.1.5. Lydda Franco Faría en marcha desde la Sierra

Lydda Franco Faría (Coro, Sierra de San Luis, 3 de enero de 1943-Maracaibo, 2 de agosto de 2004), poeta y militante revolucionaria desde su juventud, fue la mayor de quince hermanos en un hogar humilde.

 

Seguiría senderos de compromiso (al igual que Olga Luzardo), e integraría las filas de la insurrección armada durante los años 60 y 70. Mantendría su actividad creadora en el contexto de las luchas políticas a través de su vida. Obtuvo el Premio de Poesía del Ateneo de Coro por su obra “Poemas circunstanciales” (1965), que dio lugar a una polémica de amplio alcance, propugnada por quienes cuestionaban su lenguaje irreverente. La obra sería incautada y daría lugar a un procedimiento legal contra la autora.

 

La irrupción de este primer poemario contó con el respaldo de voces literarias, entre ellas las del poeta y filósofo Ludovico Silva, y otros personajes como Maximiliano Guevara, Víctor Ruíz, Antero Dupuy, Pedro Da Costa Gómez, Rafael José Álvarez, Héctor Soto Guédez, quienes desde la prensa nacional y regional se opusieron al “linchamiento moral” que se había desatado en espacios mediáticos y académicos contra ella (Rendón, María A., 2018, p. 99).

 

Posteriormente, escribió “Las armas blancas” (1969), “Summarius” (1985), A / Leve (1991), “Recordar a los dormidos” (1994), “Bolero a media luz” (1994), “Descalabros en obertura mientras ejercito mi coartada” (1994), “Estantes” (1994), “Una” (1998), y “Aracné” (2000). Suma los ensayos “Estar en el envés” (1993), “Los legisladores invisibles del mundo” (1989); y “Reflexiones sobre la lectura, la escritura y los maestros” (1998).

 

En 1994 recibe el Premio Regional de Literatura “Jesús Enrique Losada”, mención poesía, otorgado por la Gobernación del Zulia; y en 1995, el Premio Regional de Poesía, otorgado por la Secretaría de Cultura de la misma entidad.

 

Se vincula a la actividad insurgente desde muy temprano en la sierra de Falcón, su predio natal, donde la actividad guerrillera tuvo significativo dinamismo, lo que acarreó su primera detención y torturas por parte de esbirros de la Digepol, para que delatara a compañeros de los liceos que colaboraban con la lucha armada revolucionaria:

 

“Fui llevada a los Médanos de Coro, me desnudaron y enterraron hasta el cuello, allí pasé un día completo hasta que unos arreadores de chivos me encuentran, me desentierran de las arenas y me llevan hacia la ciudad donde unos compañeros y familiares denuncian el hecho, el cual fue todo un escándalo político en el estado Falcón” (Ríos, Eduardo, 2017).

 

El episodio se refleja en “Poemas circunstanciales”, donde fija posiciones:

 

No nací para ocupar un espacio y nada más.

Ignoro cuál será mi participación.

 

Me tocó ser mujer y no me quejo,

me tocó caer en la humedad del tiempo,

en la inhóspita sequedad de los caminos

pero aquí me quedo

entre escombros y desperdicios.

Destruyan mi epidermis resentida,

despedacen mis sueños, mi alegría,

aniquílenme

mas no pretendan sancionarme

porque un día aparecí sobre la tierra

y tuve voz y grité

y tuve fronteras y no quise despertar sin ellas

y tuve armas y allí están

perfiladas, inmóviles, ariscas.

Lydda Franco Faría (2016)

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

Su poemario “Las armas blancas” es una obra de lucha en varios frentes. Es conveniente destacar que su retórica de combate, no es una literatura panfletaria, pues mantiene siempre vigente la exploración y la construcción metafórica[5]:

 

comienza mi poema para nadie porque nadie es la absolución

todos llevan parches oscuros

aquí las cosas no suceden se dicen con naturalidad

esta gente tiene la piel de las victorias pasadas no asimila

esta gente feliz sueña con héroes de la independencia

en esta ciudad nadie mata

música suave franquea la distancia

salmo profundo flota en lo más alto

es la vigilia del poeta que sueña

gato agazapado en la oscuridad

aspiro a la otra orilla

esta orgía de cuerdas es un cerco continuo

en verdad no me lamento

en alguna parte la vida sale de su retiro

evaporando los fantasmas de la víspera

en alguna parte no aquí esta gente es feliz

Lydda Franco Faría

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

María Alejandra Rendón valora y considera a Lydda Franco Faría como una de las poetas más importantes del siglo XX en Venezuela, y además un símbolo del feminismo dentro de la poesía, con obra sui generis, heterogénea en forma y contenido (pp. 23, 2018).

 

quedé para ser la última invitada

estoy alegre de las botellas sordas

puedes beberme soy todos los licores

no distingo

y si respondo es

para ligar placeres inimaginables contra el tiempo

a una temperatura en que tampoco sabes

lo que haces

Lydda Franco Faría

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

En 1962, cursó estudios de Letras en la Universidad Central de Venezuela y al año siguiente conoció a José Zabala (“Emilio”, su nombre de guerra), militante del MIR, con quien convivió por 40 años hasta el fallecimiento de la escritora. De su poemario “Una”, se toman los siguientes poemas:

 

Con esta cara de estropicio que me gasto

con esta imbecilidad que atribuyo

a las noches en vela y al cigarro encendido

y al humo que me cubre con hálito de cementerio

con este archivo de recuerdos y falsificaciones

con estos ojos que desde luego se han de tragar la tierra

y con los que apenas diferencio

una estrella de un semáforo

y con los que sin embargo detecto

el color de tus ojos

 

(ese prodigio que me salva a rato)

con estos modales de alimaña

no se de lo que soy capaz

pero les advierto excelsas majestades

que a veces me muevo entre alfiles y cuchillos

me comporto como toda una dama.

Lydda Franco Faría (2016)

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

Durante los años sesenta y setenta se mantuvo firme ante la persecución, los allanamientos y la prisión de su pareja, lo cual se refleja también en su obra “Las armas blancas”:

 

Ignoro si es opaco el fondo en que te mueves

si eres capaz de crecer y alzar la voz

tengo preguntas y hongos

a veces te pienso en la copa de los árboles

entre faunos y helechos

maniobrando en un claro del bosque

cambiando de forma

con la magia que te ausenta

ya sé que estas desordenando todo

que a lo mejor existes sin explicación

yo aquí recojo guijarros y aguardo.

Lydda Franco Faría (2017)

 

Se presenta a continuación el texto medular que da título a su poemario “Una”, en el cual se reitera en mayúsculas su postura auto cuestionadora:

UNA amanece

con el cuerpo de cera

con la víspera haciendo piruetas

con ojeras que delatan los retorcimientos del amor

UNA sabe que tiene prejuicios

y los va perfeccionando

UNA es apolítica

UNA no se mete en camisa de once varas

UNA estampa el beso curricular

Él se va con sus ínfulas

con su ontológico suficiente

UNA comparece ante el tribunal de los hijos

y cede ante la tiranía de los hijos

UNA tiene el deber de ser bella

porque entre otras cosas para eso está UNA

y para comprar lo que nos vendan

y para sufrir por la muchacha de la telenovela

que es tan desgraciada (la muchacha y la telenovela)

y para llorar de felicidad porque a la final

el sapo se convierte en magnate y se casa con

ELLA

UNA es tan sentimental

UNA es tan fiel tan perrunamente fiel

qué asquerosamente fiel es UNA

UNA se asoma al espejo y comprueba lo que no es

sabe qué cara va a poner

qué silencio va a arriar

qué píldora de domesticidad va a tener que tragarse

qué anticonceptiva es UNA

UNA queda tendida

knock out

para reaparecer al día siguiente

pidiendo la revancha

Lydda Franco Faría

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

Y también del poemario “Una” se comparte el siguiente texto:

 

a esta hora

serás la muchacha ejemplar y enamorada

a quien engañan y maltratan

todos los hijos de puta de la tierra

lo cual no tiene la menor importancia

ellos siempre regresan

compungidos

a tus faldas

solícitos

con la cara lavada

con la excusa de siempre

con la eterna cantata

yo te perdono

yo te prometo

yo te lo juro

mi ego te besa

al final de la escena

hasta el perro es feliz

Lydda Franco Faría (2016)

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

 

En 1971 se incorpora al Movimiento Al Socialismo (MAS) y asume responsabilidades como miembro de un equipo político en Maracaibo. Acompaña la creación de la primera casa por los derechos de la mujer en esa ciudad y entró a trabajar en la Facultad de Economía de la Universidad del Zulia (LUZ). En ese periodo combina la actividad político legal y la clandestina, pues su compañero seguía militando en la insurgente Organización de Revolucionarios (OR).

 

Ten en cuenta muchacho de las cavernas

que he ido ganando derechos

a perder de igual a igual el paraíso

 

la paciencia

a compartir la cama

el santo y seña

el mundo

fifty fifty

o no hay trato[6].

Lydda Franco Faría (2017)

 

A lo largo de los años, Lydda Franco Faría irá perdiendo amigos, entre ellos el Chema Saer, asesinado en 1967, y Jorge Rodríguez, su compañero de luchas universitarias, líder de la OR y la Liga Socialista, quien también fue asesinado por los cuerpos de seguridad en 1976.

 

Así te sueño amor:

las manos crispadas,

sonriendo como un niño inverosímil,

a un lado tu fusil y tu cisterna

y yo que te estaré besando

en la fuga precipitada,

en tu cuerpo

refugio,

en tus huesos

bloqueados.

 

Así te sueño amor:

boina roja,

corazón alerta.

Lydda Franco Faría

De “Una” (En: Ríos, Eduardo, 2017).

 

A comienzos de los años ochenta participa junto al “Cantor del Pueblo”, Alí Primera y numerosas personas en la lucha para la defensa del Cerro Galicia, amenazado por transnacionales que se proponían la construcción del complejo “Cumbres del Caribe”. El emprendimiento urbano contaba con respaldo del gobierno del presidente Luis Herrera Campins orientado a depredar los recursos naturales de la región falconiana. Como resultado de esta lucha, en 1987, se logró que 200 km² de la Sierra de Falcón fueran declarados como Parque Nacional Juan Crisóstomo Falcón. De este modo, el Cerro Galicia continuó siendo principal reservorio de agua de los Municipios Petit y Bolívar de la entidad. Por tal razón, Lydda Franco Faría se incorpora como referente del Frente Oficio Puro en el ámbito de la Ecopoesía, lo que puede apreciarse en un texto de “Bolero a media luz”:

 

Si soy el capricornio

algo de cabra he de tener

si vengo de la neblina

de la roca caliza

del haitón donde el eco avaricia

el hilo de la voz que no devuelve

si desnuda me bañe en los canjilones

si la montaña sigue allí

algo de sombra me quita

si sigo de pie atolondrada y renuente

si me revuelco en la sed

si tanteo buscando húmedas sílabas

y no doy con párpados de invierno

es alucinación de los sentidos

si en cambio

un deseo vehementemente me solicita

es que caerá sobre mi

un aguacero imprevisto

que me volví duende

que me fui viniendo por el río que se iba

Lydda Franco Faría (2016)

De “Una” (En: Ríos, Eduardo, 2017).

 

En “Descalabros en obertura mientras ejercito mi coartada” (1994) se encuentra esta especie de sentencia:

 

cuando ya no sea un cuerpo

y no sea nada

infiltración o pesadilla

ausencia por la que se cabalga a ratos

amante que fui

muñeca rota

muerte mórbida esta que no me deja

flor intermitente para el ojal de tu camisa

para que no se te ocurra dejarme en el exilio

en el fárrago

de la sola palabra

Lydda Franco Faría (2016)

(En: D'Angelo, Oriette, 2016b)

 

Observa María Alejandra Rendón que

 

“(…) la poética de Lydda Franco vista desde la perspectiva de género, parte del extrañamiento, el mismo se transforma en denuncia, en una trasgresión permanente cometida desde el lenguaje y desde las edificaciones simbólicas erigidas sobre la base de un nuevo discurso social que enuncia y también reclama nuevas formas de relación. Por esta razón su obra es profundamente feminista. Un feminismo que está lejos de toda forma doctrinaria y más bien se intuye y se plasma estéticamente desde la experiencia y reflexiones en torno a una condición que se vive, se padece, se sufre y desea ser transcendida dentro y fuera de la palabra” (2018, p. 178-179).

 

 


 

4.1.6. Miyó Vestrini, desgarradora y profunda

Marie-José Fauvelle Ripert, conocida como Miyó Vestrini (Nimes, Francia; 27 de abril de 1938-Caracas, Venezuela, 29 de noviembre de 1991), fue poeta y periodista. Tuvo experiencia en el ámbito diplomático como agregada cultural de Venezuela en la embajada de Italia, y jefa de prensa de la Cancillería.

 

Integró la agrupación “Apocalipsis”, en Maracaibo, y luego, residenciada en la capital, se vinculó con “El Techo de la Ballena”, “Sardio” y “La República del Este”.

 

Escribió los poemarios “Las historias de Giovanna” (1971), “El invierno próximo” (1975), “Pocas virtudes” (1986), y “Valiente ciudadano”, editado póstumamente por Monte Ávila Editores Latinoamericana en “Todos los poemas” (Vestrini, Miyó, 1994)[7]. Su obra “Es una buena máquina”, texto de poesía visual y experimental, fue editado en dos volúmenes por Letra Muerta (2015). Además, dejó una obra narrativa, biografías y entrevistas literarias.

 

“Miyó Vestrini es un ser muy especial. Yo siempre he dicho que para mí la poeta más grande la historia de la poesía venezolana se llama Miyó Vestrini”, afirma Enrique Hernández D´Jesús al inicio del audiovisual titulado “Es una buena máquina-Poesía inédita Miyó Vestrini” (Letra Muerta, 2015).

 

Sobre su primer libro “Las historias de Giovanna”, Julio Miranda, estudioso de su obra y prologuista de su poesía completa, estima que se trata de un libro tan existencial como político, individual como colectivo:

 

“(…) es un poema-libro perfecto en cuanto tal, uno de los más orgánicos de la producción venezolana contemporánea, del que sería impertinente recortar o entresacar pedazos, aunque tal grupo de versos o tal escena puedan brillar por su cuenta” (En: Vestrini, Miyó, 1994, p.8-9).

 

Las historias de Giovanna

 

Que nadie lo dude:

él amaba a Giovanna, después de una

 noche con ella

borracho,

inclinado sobre la cubeta,

dejándose sostener la cabeza por Giovanna

Giovanna con el vestido desabrochado y

un solo zapato puesto

«ragazzo triste come me, ieri ti ho visto al

bar»,

y ahora le tiembla el vaso en la mano

sobre el mostrador lleno de porquerías

él aún avergonzado de no haber podido

hacerle el amor a Giovanna

de haberla tendido desnuda sobre el piso,

tratando de penetrarla con gestos locos de

 alguien

que le ha pagado cuatro dólares a una puta.

Todo el tiempo pasado en el sofá.

Esa manera de contemplarlo,

como si ambos estuvieran a punto de morir.

Nunca te vio, Giovanna, años más tarde,

tendida sobre la camilla

gimiendo a propósito con monotonía,

apretando la mano de la enfermera,

con aquella estupefacción en los ojos claros,

flores claras del continente,

sangre que huye desde el vientre,

último temblor de las ciudades visitadas alguna

 vez,

frágil,

concisa visión de los árboles que rondan,

 madre dulce para tocar y oler, gritaba,

¿qué habrá tras las montañas donde día y

 noche cantan los pájaros?

Sin recordar a Giovanna,

preveía la nostalgia de la noche,

el lento olvido de los días siguientes.

Le hablo del sur y no comprende,

hace ya varias horas

            que me sostiene sin moverse,

se ve cada vez más agotada,

            cree que me voy a quedar con ella,

y mira el titular «le blanc,

            la bombe atomique lui pétera au cul»

y se confunde de nuevo en el hilo de una historia,

que nada tiene que ver con Giovanna,

ni con el mar.

Miyó Vestrini[8] (1993, p.29-30)

 

Con una voz desgarradora e innovadora, Miyó Vestrini viene a dejar huella en las filas de la poesía emergente. Se hermana con sus antecesoras, pero lo hará con nuevas perspectivas y temáticas (entre ellas, la mujer en la modernidad y la interacción con lo cotidiano; el maltrato del cuerpo y la mujer objeto; las tensiones en la relación madre-hija; la falta de voz de la mujer en el espacio de lo público y la deriva del feminismo en Venezuela; la crítica a las estructuras de poder sumada a la desilusión con las utopías de transformación política y social, alimentando las filas de la antipoesía; el suicidio como redención y la proximidad de la muerte), que serán abordadas también por otras autoras, pero probablemente habría que reconocerla como pionera de su generación.

 

XII[9]

A Luis Camilo

Me levanto

no me levanto

me detestan

me ligo

atropello a un motociclista con alevosía y premeditación

me entrego al complejo de edipo

deambulo

estudio con sumo cuidado las diferencias entre dirritmia-

psicosis-esquizofrenia-neurosis-depresión-síndrome-pánico-

y me arrecho

quedo sola en la casa cuando todos duermen

compro una revista que cuesta seis dólares

le roban la cartera a mi mejor amiga

me agarran

amo a mi amigo

lo empujo

lo asesino

recuerdo el paraguas de Amsterdam

y la lluvia

Y el gesto airado

me dedico a la bebida para evitar el infarto

mastico la comida cincuenta veces

y me aburro

y me aburro

adelgazo

engordo

adelgazo

me transo

no me transo

me quedo quieta y lloro

alguien me toma en sus brazos

y me dice quieta quieta estoy aquí

dejo de llorar

escucho el viento que sopla cerca del mar solamente cerca del mar

acepto que existan cucarachas voladoras

descubro que todas mis amigas tratadas por psicoanalistas se han vuelto totalmente tristes totalmente bobas

me leen el oráculo chino y me predicen larga vida

Vida de mierda digo

subo al carro

bajo del carro

comprendo de un solo viaje cuánto petróleo hay en un barril

me dicen apaga la luz

la apago

me preguntan ¿ya?

me hago la loca

me acojo a la pacificación

me joden

duermo apoyada en la barra

oigo la voz del español de siempre que se caga en diez

alguien llora otra vez a mi lado

me pegan

me pegan duro

hay luna llena

corro por la carretera que bordea la montaña,

saco la cuenta,

no me sale,

me duele el pecho,

se hace de día,

el rojo gana

rien ne va plus.

Miyó Vestrini (1993, p.64-65)

 

Observa el prologuista de su poesía completa (o casi completa) que la imagen del suicidio va apareciendo en su obra y luego queda registrado el intento o los intentos. “En suma, como sabemos, triunfó el canto de muerte: el suicida de papel que es casi todo poeta, no siempre se salva”, acota Miranda (En: Vestrini, Miyó, 1994, p.8-9).

 

Zanahoria rallada[10]

El primer suicidio es único

Siempre te preguntan si fue un accidente

o un firme propósito de morir.

Te pasan un tubo por la nariz,

con fuerza,

para que duela

y aprendas a no perturbar al prójimo.

Cuando comienzas a explicar que

la-muerte-en-realidad-te parecía-la-única-salida

o que lo haces

para-joder-a-tu-marido-y-a-tu-familia,

ya te han dado la espalda

y están mirando el tubo transparente

por el que desfila tu última cena.

Apuestan si son fideos o arroz chino.

El médico de guardia se muestra intransigente:

es zanahoria rallada.

Asco, dice la enfermera bembona.

Me despacharon furiosos,

porque ninguno ganó la apuesta.

El suero bajó aprisa

y en diez minutos,

ya estaba de vuelta a casa.

No hubo espacio donde llorar,

ni tiempo para sentir frío y temor.

La gente no se ocupa de la muerte por exceso de amor.

Cosas de niños,

dicen,

como si los niños se suicidaran a diario.

Busqué a Hammett en la página precisa:

nunca diré una palabra sobre tu vida

en ningún libro,

si puedo evitarlo.

Miyó Vestrini (1994)

 

Miyó Vestrini encaró en su obra literaria y vida, una distancia con respecto al maltrato, el dolor y la exclusión que puede vivir la mujer para dar a conocer su obra; y ante las frustradas utopías, ejerció desde la exploración poética y desde su cosmovisión una postura frontal. En esa perspectiva tan agreste también hay lugar para la tibieza.

 

Ternura[11]

Somos teclear de lluvia.

Agonía de lagartos.

Manos de carbón.

Caracoles de azogue.

La partida de un niño,

un perro doloroso,

una hoja muerta.

Somos hombres

sin sílaba

sin sombra

sin lápiz.

Árbol sin viento

y sin ancla

que devoraste nuestras palabras

nuestros limoneros.

Camino de algas y mariposas

que truncaste

el silbido del hombre crucificado.

Somos

aceras mojadas,

plegarias de surcos,

ternura.

Miyó Vestrini (2002)

 


 

4.2. Mujer, poesía y debates necesarios

Podría decirse que en el Frente Oficio Puro y en el universo de agrupaciones fraternas es compartida la reflexión acerca del proceso de invisibilización y discriminación de la mujer poeta que prevaleció en el siglo XX. Tal situación parece mantenerse con particulares matices ahora en el siglo XXI. Ciertamente, no se han creado los espacios para abordar en profundidad la reflexión en la perspectiva del feminismo y la literatura venezolana que acompañe tales inquietudes. Es un tema pendiente en la agenda del Frente Oficio Puro y las agrupaciones culturales literarias[12]. Muy probablemente será abordada con participación de mujeres y hombres, aunque debe considerarse la particularidad de la situación de la mujer poeta, y las mujeres poetas tendrían que liderarla.

 

Es debate complejo que se prevé fecundo. Implicaría reconocer luchas históricas de la mujer frente a la exclusión, desigualdad, patriarcado; la explotación en el trabajo y las tradiciones de lucha frente a la autocracia. Al menos a lo largo de dos siglos se han sumado luchas contra diversas formas de violencia y exclusión como la feminización de la pobreza, los feminicidios; promoción de los derechos sexuales y reproductivos, legalización del aborto, el posicionamiento del lenguaje de inclusión de género (afrontando intentos de banalización y deslegitimación). En estos debates históricos han surgido construcciones como el ecofeminismo, el ciberfeminismo, que tocan temas de la expresión y de resistencia socio-política y simbólico-cultural; promoviendo las propias capacidades de expresión y apropiación tecnológica frente a la opresión, y para la defensa de la vida en el planeta, entroncando con perspectivas culturales y ancestrales.

 


 

4.2.1. Rasgos de la tradición poética de las mujeres

Expone María Alejandra Rendón (2018, pp.21-22) que, en el siglo XX, se inaugura una tradición poética de las mujeres, pero se trató de un reducido número de voces que lograron ocupar espacios en incipientes aparatos de divulgación literaria que apenas contaban con pequeñas imprentas, algunas revistas y varios diarios de circulación nacional.

 

La poeta e investigadora describe y analiza las siguientes circunstancias del siglo XX para la mujer escritora, aportando antecedentes precisiones que alimentan el análisis situacional del momento presente:

 

·      En los grupos o generaciones todavía no aparece la figura femenina. Éstas desde la periferia van forjando sus propios referentes y todavía no eran materia de estudio para la crítica del momento, con escasísimas excepciones.

·   Contestaron de forma ardorosa frente a criterios de valoración, desmontando juicios que las confinaban al ámbito privado doméstico, desde donde se estructura todo un arquetipo psicológico que las limita en su actuación social.

·      Surge una cultura poética femenina de resistencia a los modelos de dominación, aunque inacabada. Muchas poetas reivindican su participación esencial y sustancial en la sociedad; advirtiendo y cuestionando en su poesía los rasgos del orden hegemónico.

·     En Venezuela las primeras estructuras académicas dedicadas al estudio de la mujer, fueron las cátedras libres que se crearon en diversas universidades del país en la década de los 80 del siglo pasado. La Cátedra Libre Manuelita Sáenz de la (UCV, 1983); la Cátedra Libre de la Mujer (LUZ, 1984); la Cátedra Abierta de la Mujer (ULA, 1989); y el Área de estudios de la Mujer del Instituto de Investigaciones Literarias (ULA, 1989).

·        A partir de la creación de estos espacios, han surgido numerosos estudios orientados a determinar, precisar y describir importantes y variados rasgos presentes en la producción literaria hecha por mujeres en Venezuela, específicamente en la poesía (Rendón, María A., 2018, pp58-59)

 

Observa que la participación de la mujer en cuanto a la producción de conocimiento, pese a ser innegable, es y ha sido invisibilizada en todas sus formas. La literatura es un terreno donde se expresa el patriarcado. El ascenso de la mujer al mundo del conocimiento estuvo determinado al mismo tiempo por un hecho de clases (Rendón, María A., 2018 p. 64):

 

·         El patriarcado oprime a todas las mujeres del mundo, pero no se expresa de forma homogénea, ni en toda época, ni en todos los estratos de la sociedad y mucho menos en todas las geografías. Operan desde la superestructura códigos y consensos que han matizado este fenómeno con particularidades.

·         La crítica feminista ha planteado la necesidad de valorar una tradición de escritura femenina específica y marginada; y superar la fragmentación propia de un hecho contracultural que tiene su origen en el desamparo y la precariedad, propios de tal marginación.

 

Comenta que diversas autoras en este siglo han hecho de los estudios del género, y más en el ámbito literario, una ventana hacia la reconstrucción de ese lenguaje que se entreteje en el discurso femenino en general (Rendón, María A. 2018, p. 66), tomando en cuenta que la mujer es una realidad histórica y el género una categoría específica sobre la cual está soportado ese encubrimiento discursivo.

 

Desde el punto de vista literario se abre paso la resistencia cultural reivindicando la memoria ocultada y la voz de la mujer sometida a dos formas de silencio, la dominación política imperial y la dominación patriarcal, que en América Latina se expresa de manera muy profunda con respecto a otros continentes:

 

“(…) las mujeres fungen de guardianas de formas literarias propias de la región; el testimonio y la oralidad, por ejemplo, serán una de las tantas formas de las que se valdrán las mujeres para expresarse en razón de una memoria con raíces en el mestizaje y, por lo tanto, en una cultura sincrética” (Rendón, María A., 2018, p. 74).

 

En tal sentido, las mujeres escritoras han venido socavando las bases del modelo patriarcal. Sin embargo, también han tenido que vencer predisposiciones de la crítica, que cuando aborda la literatura hecha por mujeres la reduce a rasgos tipificadores de lo que se considera su ser social: maternidad, telurismo pasional, erotismo, razón del cuerpo, infancia, figura del padre, del par amoroso… Dicha predisposición suprime la posibilidad de estudiarlas con atención a otros aspectos como el lenguaje, el espacio literario, la mujer como paisaje, lo fenomenológico, etc. (Rendón, 2018, p. 83-84).

 


 

4.2.2. Bocetos de la desvalorización

La presencia de voces femeninas prevalece en los movimientos literarios de la Venezuela contemporánea y se sigue proyectando con firmeza en el horizonte creativo. Ellas son herederas de la línea histórica emprendida por sus antecesoras: Teresa de la Parra[13], Enriqueta Arvelo Larriva, Olga Luzardo, María Calcaño, Pálmenes Yarza, Ana Enriqueta Terán, Lydda Franco Farías, Antonia Palacios, Elizabeth Schön, Ida Gramcko, Hanny Ossott, Yolanda Pantin, Miyó Vestrini, Laura Antillano, Belkis Arredondo, Stefanía Mosca, Celsa Acosta, Sonia Chocrón, Margarita Belandria, María Auxiliadora Álvarez, Patricia Guzmán, Blanca Elena Pantin, Jaqueline Goldberg, entre muchas otras.

 

Elizabeth Gackstetter Nichols (2006) aprecia que:

 

“Mediante la poesía, las escritoras venezolanas de los últimos noventa años han logrado desnudar las toldadas lámparas de la voz femenina, comunicando al público los misterios de la vida cotidiana y de la conciencia femenina. No por fuerza, sino por subversión, desde los márgenes de la sociedad. La realidad comunicada es una realidad común, relevante a la nación. Difundida a través de la publicación en los espacios ‘no oficiales’, la perspectiva de estas autoras en cuestiones sociales y políticas logra su meta de sacar a la luz regiones desconocidas de la vida y alma venezolanas”.

 

En los espacios formativos y de intercambio del Frente Oficio Puro y las agrupaciones poéticas se han valorado las autoras venezolanas de la mano con la vida y obra de autoras nuestroamericanas de todos los tiempos, como Sor Juana Inés de la Cruz (México), Gabriela Mistral y María Luisa Bombal (Chile); Alfonsina Storny, Olga Orozco y Alejandra Pizarnik Schober (Argentina); Victoria Santa Cruz (Perú), Juana de Ibarborou e Ida Vitale (Uruguay), Clarice Lispector (ucraniana y brasileña), Sylvia Plath y Emily Dickinson (EE.UU.).

 

En la perspectiva internacional han de estar presentes además escritoras fundamentales de otros continentes como Anna Andréyevna Górenko Ajmátova (Rusia) y Virginia Stephen Woolf (Gran Bretaña), entre tantas que han arado en los tornados del espíritu y la literatura universal.

 

La exploración grupal se detiene por un instante para abarcar las voces femeninas de la Generación Beat, que conforman un conjunto apasionante de una investigación incompleta y en curso emprendida en el Frente Oficio Puro. Desde la poesía venezolana contemporánea se valora el brillo de la obra y la valiente huella ante las adversidades de Anne Sexton, Carolyn Cassady, Denise Levertov, Diane di Prima, Elise Cowen, Hettie Jones, Joyce Johnson, Joan Vollmer y Marge Piercy, entre tantas otras.

 

Si se pudiera dibujar la imagen de una mujer poeta de la generación Beat, la veríamos emerger de una familia intolerante que no estaba preparada para acompañar su talento creativo. En algunos casos el padre no estaría, habría muerto tempranamente o la habría abandonado. En el devenir se involucró en relaciones adversas con un maltratador; alguien que la envidiaba o se sentía opacado por su brillo y le habría sido reiterativamente infiel, lesionando su autoestima. Fue sometida a represión por su propia familia, su pareja o el sistema mediante la hospitalización en centros psiquiátricos e inhumanos tratamientos con narcóticos y electroshocks; en algunos casos habría sido golpeada y decidió suicidarse. Incluso pudo ser asesinada por un marido ebrio que le dispara en la cabeza, donde previamente ha colocado una manzana y, supuestamente jugando, le ha apuntado desde su homosexualidad que desprecia la condición de mujer; y él ha logrado escapar a otros países para eludir la acción judicial y vivir impunemente el resto de su vida; habría sido invisibilizada por su apellido de casada; su obra de mujer poeta quedó en alguna medida oculta y acaso fue destruida total o parcialmente… Y tal vez así sería el boceto de tantas otras mujeres poetas en diversos planos del universo.

 


 

4.2.3. Conversaciones recientes con Belén Ojeda[14]

 

Caracas, 30 de marzo de 2023

 

P: Belén Ojeda es egresada Cum Laude del Conservatorio Tchaikovsky, de Moscú, y es profesora de música en la Universidad Nacional Experimental de las Artes, en el núcleo de la Unearte ubicado en Sartenejas, extremo oeste de Caracas. ¿Cómo compagina Belén Ojeda la música y la poesía?

 

Belén Ojeda: Elegí estudiar dirección coral porque en esa disciplina, especialidad, se unen la música y la poesía. La lectura y formación en poesía me ha ayudado mucho en la interpretación de los textos poéticos de las obras corales. Así como la formación musical me ha dado seguramente lo que tiene que ver con el ritmo de la poesía, la estructura, eso que llaman la musicalidad, que es tan difícil de definir tanto en música como en poesía. Esa musicalidad tiene que ver con la sonoridad con las palabras que se escogen y que vienen a formar parte de los textos. Seguramente mi formación en análisis y todo lo que tiene que ver con ritmo y estructura ha influido en mi trabajo de poesía.

 

P: Ha traducido directamente del ruso textos de Anna Ajmátova, Marina Tsvietáieva, Ósip Mandelshtam y Boris Pasternak[15]. Tales escritores afrontaron difíciles situaciones de su momento histórico. ¿Puede la poesía erigirse como referencia ética y estética ante la autocracia? ¿O acaso la poesía fue devorada por fuerzas y poderes fácticos del momento histórico?

¿Vladímir Mayakovski, quien originalmente se encontraba en otra banda del espectro político, comparte al final de su vida el mismo drama con estos autores? Es decir, ¿son igualmente devorados por las circunstancias impuestas por el poder?

 

B.O.: Creo que sí, que la poesía puede convertirse en referencia ética y estética. Justamente se unen la ética y la estética como referencia en el lenguaje y puede erigirse ante la autocracia. Sería interesante hacer una antología de poesía y poder. Me parece. Por ejemplo, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila fueron escritores poetas maltratados por el poder de la iglesia católica, por la Inquisición. San Juan era víctima de unas intrigas terribles, por ser partidario de una corriente que no era la que prevalecía en la Iglesia. La corriente de mayor poder era la que enviaba a los monjes a catequizar los pobladores de América. Él era contrario a esa tendencia y vivía las intrigas en su entorno. Estuvo preso. Después la iglesia lo beatificó igual que a Santa Teresa. Pero si no hubiera muerto de muerte natural quien sabe qué habría pasado con él.

Y ese es el poder de la iglesia.

 

La pregunta que me haces tiene que ver con los poetas de la Unión Soviética: Mandelshtam, Tsvietáieva, Pasternak, Vladímir Mayakovski. Ósip Mandelshtam se formó en las corrientes anarquistas, pero después empezó a tener diferencias con el gobierno soviético. Era cercano al trotskismo. Pasternak fue un poeta muy cercano a Mayakovski y cercano al gobierno. De hecho, en un momento fue una figura muy importante. Estuvo en el congreso antifascista de intelectuales en París. Pero en un momento también comienza a retirarse porque pasa a estar en desacuerdo con algunas cosas.

 

Ajmátova no era partidaria del gobierno socialista (y Tsvietáieva tampoco), pero en la poesía se identificaba con Mayakovski, hecho que le valió ser discriminada por los migrantes rusos en Francia, y terminó siendo una persona discriminada en todas partes. En Francia la discriminaban los inmigrantes rusos porque ella admiraba a Mayakovski y a Pasternak. Y cuando regresó a la Unión Soviética la veían como emigrante de lo que llamaban la Rusia Blanca. Entonces no encontró lugar en ninguna parte.

 

El mismo destino, muy parecido al de Mandelshtam, lo tuvo Miguel Hernández en España. Y sabemos cuál fue el destino de Federico García Lorca en España. Hace muy poco en 2023 se comprobó que Pablo Neruda fue envenenado en los primeros días del gobierno del golpe de Pinochet. Era un juicio que tenía muchísimos años y fue comprobado hace muy poco tiempo. Fue envenenado. Le pusieron una inyección letal. No tenía metástasis. Fue asesinado por el gobierno de Pinochet.

 

Creo que la poesía nunca va a ser devorada por los poderes fácticos del momento histórico. Puede ser que los poetas sean víctimas de ese poder. Como lo fueron Mandelshtam, García Lorca, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Víctor Jara, pero la poesía no.

 

La poesía siempre va a estar por encima de esto. Va a erigirse y levantarse por encima de cualquier tipo de poder, por encima de la banalidad, de la mentira, la injusticia. La poesía siempre va a estar, por cuanto es verdadera; va a levantarse por encima de todo lo falso y pasajero, de todo lo banal.

 

P: ¿Considera que el dinamismo de los grupos literarios y poéticos es inédito en Venezuela o se asemeja al de otros momentos de la historia? ¿A qué podría atribuirse el florecer de las agrupaciones literarias?

 

B.O.: No conozco trabajos sobre eso que me permitan decir con propiedad si ese dinamismo es mayor en este momento. Pero antes de responder más concretamente esa pregunta, me gustaría decir que, a pesar de nuestras hazañas como pueblo, sobre todo las del siglo XIX cuando se formó aquí el movimiento que después ayudo a liberar a cinco países de este continente del yugo español; a pesar de esas hazañas nosotros como pueblo somos de naturaleza lírica y no épica. Creo que estamos constituidos por una materia más cercana a la lírica, y pienso que a pesar de que nuestros narradores son más famosos que nuestros grandes poetas, nuestra tendencia es a expresarnos de manera lírica, metafórica. El lenguaje coloquial de los venezolanos es poético. En Venezuela, en cualquier región, hay gran cantidad de personas que escriben poesía. Creo que en las décadas de los cincuenta, sesenta, setenta había grupos literarios, y a partir, creo que de los ochenta comienza una mayor actividad de los talleres de literatura. De los cuales son pioneros los talleres de literatura del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos[16]. Comienza una actividad de talleres en todo el país. Es muy distinta a la actividad de un grupo que se une por razones estéticas a la de un taller que se une, donde la gente se agrupa para escribir, leer, discutir; pero probablemente en un taller no haya, o no siempre haya, afinidades estéticas. Pudiera ser que el coordinador marque una línea, y puede ser que eso no vaya a dar probablemente una unidad estética a un grupo de talleristas. Los grupos literarios si tenían una unidad estética. Entonces los talleres literarios comenzaron a tener un gran auge en el país. En las secretarías de cultura, en ateneos, universidades. Eso creo que influyó, pero no tengo estudios, cifras; es una impresión que tengo, de que hubiera menos grupos literarios y más talleres. Si creo que actualmente hay gran diversidad. Hay muchos grupos. No siempre están unidos por razones estéticas como lo fue en décadas pasadas.

 

P: ¿A qué se podría atribuir?

 

B.O.: Creo que una parte pudiera ser a los talleres literarios. La otra a la promoción de la lectura. A las publicaciones, Porque hay que leer muchísimo y en las últimas décadas se ha publicado muchísima poesía, de las regiones, de distintos estados. Además de las publicaciones creo que es importante resaltar la difusión de los libros. Los libros antes no llegaban a regiones y ciudades lejanas del centro. Ahora sí llegan a las librerías de Tucupita, de San Fernando de Apure, ciudades muy lejanas. Son capitales de estado, pero antes no había red de distribución. Creo que la red de distribución ha ayudado mucho a difundir los libros que antes no llegaban a zonas lejanas del centro donde se producen esos libros. Eso también puede haber influido. Las políticas integradas de lo que es no solamente el taller sino la producción, edición, difusión de los libros, difusión de la lectura, la red de distribución en las librerías del Sur, que es la red nacional. Eso antes no existía y era muy difícil distribuir los libros.

 

P: ¿Cómo considera que ha sido su experiencia como facilitadora de procesos formativos y su interacción con activistas de los grupos literarios en la Venezuela contemporánea?

 

B.O.: Antes de dar el taller del Celarg que lo di por dos años, di un taller en la Unearte por tres años. Siempre en todos los talleres he encontrado una gran facilidad para escribir. Asombra la facilidad con la que los integrantes de los talleres escriben e indagan su mundo poéticamente. Eso es impresionante. Igual que en la música. En Venezuela la facilidad para la música es muy grande. Eso por una parte. En la universidad conocían poco la literatura venezolana. Conocían más autores europeos. Traducciones más que todo. Y no recomiendo comenzar por las traducciones porque hay que conocer muy bien las mejores traducciones, quiénes son los mejores traductores de determinada lengua. Si vamos a comenzar recomendaba hacerlo por la poesía española, si querían estudiar autores europeos. Pero leer la poesía venezolana que la desconocían completamente, y a los autores latinoamericanos los conocían muy poco. La sorpresa mayor de ellos era descubrir maravillas en la poesía de autores venezolanos. Descubrir a Ramos Sucre para ellos fue un gran hallazgo. Descubrir a Ramón Palomares, a Ida Gramcko. Hay que tratar de leer primero en nuestra lengua y después en las traducciones. Y asesorarse para leer buenas traducciones.

 

P: Se ha reflexionado dentro de los grupos poéticos y en algunos espacios de taller acerca de la invisibilización de la mujer escritora y poeta en el siglo XX. Se señala su exclusión y discriminación por las dificultades para publicar su obra, el cuestionamiento de sus decisiones de vida y de sus atrevimientos literarios, la inobservancia de su obra desde la academia y la crítica, su escasa presencia en las antologías y estudios literarios. ¿Cómo considera que es la situación de la mujer escritora y poeta en la Venezuela contemporánea? ¿Persiste la exclusión en el presente?

 

B.O.: Antes de responder en la actualidad hay que ir al pasado, por el hecho de que pudiera haber mejorado un poco. Suele hablarse de un boom literario de las mujeres en las últimas décadas, desde las últimas décadas del siglo XX y las primeras de este siglo XXI. No me siento parte de ese boom. Y creo que hay que hablar del patriarcado inevitablemente. No de la exclusión de la mujer. Vivimos en una sociedad patriarcal y creo que desde ahí yo pensaría mi respuesta.

 

Todavía en el siglo XX es muy probable que muchos sepan quién es Antonio Vivaldi. Porque su música suena en tonos del celular. A lo mejor tienes el tono del celular y no sabes quién es Antonio Vivaldi, pero te suena el apellido. Pero Anna Bon[17] o Antonia Paduani[18] que fueron contemporáneas de Vivaldi no son conocidas ni siquiera hoy en pleno siglo XXI, y cuando tocan sus obras es porque las mujeres las recopilan y se agrupan para tocar obras de mujeres.

 

Teresa Carreño era considerada una pianista genial. Pero entonces le decían “usted es un pianista con faldas”. Entonces es así. O que el patriarcado reconozca una figura pianista con faldas. Y no porque ella fuera pianista masculinizada. Era de un temperamento, de un fuego. Las personas que fueron testigos de sus conciertos escriben que era una mujer muy femenina, muy maternal con una expresividad enorme, con una gran técnica y vivió años en Alemania. Y todavía estaba viva Clara Schumann que era una gran pianista. Y las interpretaciones de Teresa Carreño eran sumamente valoradas. No se podía admitir que era una mujer.

 

Y Mileva Marić. Todo el mundo sabe quién fue Albert Einstein pero poca gente saben quién fue Mileva Marić[19]. Estamos en el siglo XXI y Mileva Marić vivió en el siglo XX.

 

Hay una autora norteamericana, Joanna Russ que tiene una categorización de esta exclusión de la mujer en la escritura, lo hace ella, particularmente. Es toda una cadena y ella va haciendo unas categorías en la literatura norteamericana e inglesa. Pero son válidas para la literatura en Venezuela.

 

Una de las categorías del libro de Joanna Russ que se llama “Cómo acabar con la escritura de las mujeres” es el trabajo doméstico. El trabajo doméstico hace imposible tener suficientes horas para escribir. Eso está por ejemplo en los diarios de María Calcaño, en el caso nuestro. Está en los diarios de Marina Tsvetáyeva. Su jornada laboral que era de unas 18 o 20 horas. Ella dice:

 

Platos, platos y más platos

zurcidos, zurcidos y más zurcidos.

 

Tenía una familia de dos hijos y su marido, y era ella la que fundamentalmente trabajaba. Hacía las traducciones cuando vivía en Francia para mantener el hogar y además de eso hacia todas las labores domésticas.

 

Esta autora lo expresa con respecto a varias escritoras norteamericanas. Las tareas del hogar no dan tiempo para la lectura ni para la escritura. En muchos casos, las mujeres que tienen familia no pueden dedicarse a leer y escribir. María Calcaño tenía seis hijos. Esa es una de las categorías.

 

Voy con otras categorías. Este libro es una maravilla. Están muy claras. No es una exclusión casual. La falta de apoyo familiar. La familia no se interesa por la escritura de las mujeres. Banaliza que una mujer de la familia quiera ser escritora. Eso a veces lleva a las mujeres a la negación de la autoría. A encubrirse con un seudónimo. A Anna Ajmátova su padre le dijo: “no manches nuestro apellido”; y fue cuando ella decidió su seudónimo de Ajmátova, porque ella de nacimiento era Anna Gorienko. Decidió tomar Ajmátova que era un apellido de su línea materna, no recuerdo si de su abuela o bisabuela. Igual que George Sand. Eso es porque las mujeres manchaban antes el apellido de la familia.

 

El patriarcado ha impuesto referentes masculinos. Porque son publicados, premiados. Entonces los referentes que tenemos las mujeres son casi todos masculinos. Esa es otra arista del problema.

 

Hay otro aspecto del problema que son las diferencias que tenemos los hombres y las mujeres para aproximarnos a la realidad para interpretarla. La realidad vista por nosotras ha sido denominada en el siglo XX cuando se dice que la literatura de fulana de tal tiene un tono confesional. Pero es que ese tono confesional era una etiqueta peyorativa, porque lo que quería decir es que era importante solo para ella, o para sus amigas, pero no para la literatura. Por favor.

 

¿Por qué las obras de mujeres escritas de esta manera por estas mujeres de tono confesional no tendrían rango literario, mientras que las confesiones de San Agustín sí las tienen?

 

El otro riesgo que corremos, según esta autora Joanna Russ, es el riesgo de masculinizarnos. Uno porque los referentes que tenemos son masculinos y otros porque es así como nos van a valorar. Si te masculinizas puede ser que logres llegar a ser reconocida.

 

Otra manera de invisibilizar a la mujer artista, dice esta autora, es despojarla de su categoría de artista y presentarla como la esposa de, la hija de, la madre de. Así tenemos a Camille Claudel como la colaboradora de Rodin. Inclusive Marie Madame Curie, que era esposa de Pierre Curie. En este caso es una científica. Pero en el caso de Clara Schumann se dice la esposa de Robert Schumann.

 

Fanny Mendelssohn, casi nadie habla de ella. El importante era Félix. Y cuando se nombra a Félix Mendelssohn no se nombra a Fanny con propiedad. Se dice la hermana de Mendelssohn. Ella también era compositora.

 

Pero se dice: la hermana de Félix; la esposa de Pierre; la amante de Rodin. La esposa de Mahler, Alma Mahler, también fue compositora y al referirse a ella se dice “la esposa de Mahler”.


Belén Ojeda

 

Caracas, 31/3/2023

Categorías de Joanna Russ

Belén Ojeda: No estoy respondiendo a tu pregunta que se refiere a la situación actual y creo que habría que contextualizarla, y este marco de categorías de Johanna Russ me parece importante e interesante.

 

Hay otra categoría donde ella dice que el trabajo de algunas mujeres escritoras es denominado regionalista de manera peyorativa, cosa que no se usa con la literatura escrita por hombres. Se dice que el atractivo no reside en motivos literarios sino motivos sociológicos o históricos, y de esta manera descalifican las obras de algunas mujeres.

 

Otra categoría se refiere al hecho de que algunas obras escritas por mujeres oscilan entre dos o más géneros. Al no poder establecer un género específico la obra es descalificada. Es criticada por no pertenecer a un género concreto.

 

Otra ha sido la descalificación de géneros que han sido considerados menores como las cartas, los diarios. Y muchas mujeres han escrito en esos géneros. El género epistolar, el género de los diarios; esos géneros no han sido considerados como literatura. O han sido considerados géneros menores.

 

Hay otra categoría que ella llama es el aislamiento. Finalmente, cuando una obra es reconocida, se dice que esa autora es importante solo por esa obra y no por su obra en general. Ese poema o ese libro es reseñado o incluido en una antología, un único poema, o dos, o tres, y se le conoce a la autora por esos escritos, por esos textos. Ella lo llama el mito del logro aislado.

 

En relación a esta última categoría te puedo decir que en una antología publicada en los años ochenta, de 82 autores hay solamente seis mujeres. Eso representa el 7.31 por ciento. En una antología de finales de los ochenta, la misma década de 68 autores, solamente hay 13 mujeres. Eso representa el 19,11 por ciento. No llega al 20 por ciento, que sería la quinta parte. En una antología del siglo veintiuno, de un total de 17 autores, hay solo 3 mujeres. Y eso representa el 17.64%, tampoco llega al 20.

 

En ninguna de las tres que nombré está María Calcaño, ni Lydda Franco. Hay una invisibilización de las autoras. Y los referentes en su mayoría son masculinos. Eso es el caso venezolano. Son las categorías de Russ aplicadas a casos venezolanos en antologías elaboradas por nuestros poetas.

 

Lo mismo pasa en las instituciones. Las editoriales casi siempre son dirigidas por hombres. En los concursos con mucha frecuencia predomina la representación, la visión masculina y ojalá no masculinizada de la representante mujer. Yo he visto donde los tres (casi siempre son tres), los tres integrantes son hombres. No he visto ninguno donde las tres integrantes sean mujeres.

 

Ahora sí yo entraría en la pregunta. Pero todavía -hace poco- para un concurso en España muy prestigioso, la terna que enviaron de Venezuela no tenía ninguna mujer. A la pregunta de por qué, la respuesta fue “Por qué todas están muertas”. Porque Ida Gramcko murió, Elizabeth Schön murió, y porque el concurso no es post mortem. Pero Ana Enriqueta estaba viva. ¿Por qué en la terna no iba Ana Enriqueta Terán? La incluyeron, pero inicialmente la señora Enriqueta, una de las damas de la poesía venezolana a la que llamaban para todas las ferias del libro, la llamaban para todos los eventos, pero para ese no. Enviaron originalmente a tres caballeros. La incluyeron posteriormente y la señora fue finalista de ese premio importante.

 

Finalmente, llego a tu pregunta.

 

P: ¿Cómo considera que es la situación de la mujer escritora y poeta en la Venezuela contemporánea? ¿Persiste la exclusión en el presente?

 

B.O.: Yo creo que es una situación que ha mejorado, pero la cultura patriarcal está intacta. Los presidentes o directores de las editoriales siguen siendo en su mayoría hombres; los jurados mayoría de hombres; las referencias que tenemos son básicamente masculinas.

 

Va cambiando porque la participación de la mujer ha aumentado, porque la mujer tiene mayor conciencia. Inclusive hay países donde las mujeres han tenido que crear sus propios sellos editoriales para publicarse. En México y España, las mujeres han tenido que hacerlo para publicar la literatura escrita por mujeres.

 

Va mejorando: hay mayor participación femenina, hay mayor reconocimiento a esa literatura escrita por mujeres. Hay eventos dedicados a este problema del patriarcado, del canon patriarcal en la literatura en Venezuela. O sea, que hay una preocupación teórica importante acerca del patriarcado como sistema de opresión, pero las condiciones, por ejemplo, del trabajo doméstico -que es una de las categorías de Joanna Russ-, están ahí intactas. Nosotras somos básicamente quienes seguimos haciendo el trabajo doméstico, más nuestra jornada de labores de nuestra profesión; y trabajamos en la mayoría dieciocho horas. Eso tiene nuestra jornada laboral, de las cuales como diez no son remuneradas. Y está naturalizado ese trabajo que es nuestro, ya, para qué va a estar escribiendo la mujer. Qué tiene ella que decir. Esas no son cosas importantes.

 

Entonces, la categoría de trabajo doméstico está ahí.

 

Lo otro es renunciar a tener familia. Como decía en estos días una pianista rusa, muy importante en su generación. Tendrá actualmente unos cincuenta años. fue una de las niñas prodigio de su generación. Y le preguntaron cuántos conciertos da al año. Y son pocos, no son tantos como los de sus compañeros de generación, un violinista, un pianista. Y ella dice: “Porque yo vivo en una sociedad patriarcal y decidí tener familia. Tengo hijos y soy divorciada. Los niños están conmigo y necesito trabajar en otras cosas, y eso me quita horas de estudio”. Y es una mujer de unos cincuenta años, quizás un poco menos. Ella decidió tener familia y como decidió tener familia tiene muchas horas menos de estudio.

 

Los profesores de instrumento, en música, cuando ven que una mujer tiene talento, le dicen: “tú no debes tener familia”. No es bueno que te cases. Y si te casas, no tengas hijos”.

 

No sé si he respondido tu pregunta. A pesar de que hay mejoría, creo que la lucha es contra el patriarcado como sistema de opresión que forma parte del gran sistema opresor de la modernidad. El capitalismo es una parte de ese sistema de opresión. Es la cara económica. Está el colonialismo, porque ese es otro problema. La discriminación por grupos étnicos. Está el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado. Engels lo dijo en su libro “La familia, la propiedad privada y el Estado”. Puedo buscar la cita para no equivocarme.

 

A continuación, lee la cita de Friedrich Engels:

 

“La primera oposición de clases que aparece en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre hombre y mujer en el matrimonio monógamo, y la primera opresión de clases con la del sexo femenino por el masculino”.

 

Esto yo no se lo oigo pronunciar a mucha gente. Quienes sacan este argumento de Engels son las mujeres. Los hombres no lo ponen sobre el tapete. Las mujeres cuando escriben sobre explotación recurren a Engels, pero los hombres no. Es la primera oposición de clases que aparece en la historia.

 

Él dijo que el primer sistema de explotación es el que estaba basado en la explotación de la mujer por el hombre. Una explotación muy antigua. La más antigua de la humanidad es la explotación de la mujer por el hombre. La opresión por la cultura patriarcal. Es la mitad de la humanidad que oprime a la otra mitad.

 

P: ¿Considera que las condiciones de polarización o beligerancia política han afectado el desenvolvimiento del movimiento poético cultural en la Venezuela contemporánea?

 

B.O.: Creo que sí lo han afectado. No solamente el desenvolvimiento poético cultural, ha afectado otras esferas de la vida económica, social, cultural. Pero creo que eso no aparece de repente. No aparece de pronto. Generalmente, esas, digamos, reacciones de polarización y beligerancia de manera exagerada o radical, se muestran de manera más agresiva en situaciones determinadas, pero han estado siempre ahí solapadas. Han estado porque hay prejuicios sociales, hay intereses económicos, porque hay prejuicios hacia determinados grupos étnicos, hay prejuicios de clases sociales. Y cuando esos intereses de alguna manera son afectados aflora una ideología que se vuelve agresiva, porque lucha por algunos intereses o por defender algunos intereses. Eso no aparece de pronto por alguna situación política determinada en algún momento dado. Está allí siempre. No recuerdo el autor de un trabajo sobre los calificativos que le daban a Bolívar en la época en la que tenía el proyecto de liberación de Venezuela del yugo español y después la propuesta de liberación de los esclavos. Lo que le decían en la prensa era espantoso. Eran los insultos más terribles, porque estaba afectando determinados intereses.

 

Y el insulto era justamente, siendo Bolívar de la clase mantuana, de la clase dirigente criolla, y la prensa lo calificaba con las palabras más terribles porque estaba afectando grandes intereses. Lo descalificaban de manera soez. Eso está ahí.

 

P: ¿Puede contribuir la poesía y la actividad grupal para promover el diálogo ante la conflictividad?

 

B.O. La poesía por sí sola no. Creo que no. Creo que dependería de la coherencia que tengan las personas que llevan a cabo la actividad grupal para promover ese diálogo. Tendría que ser la coherencia. No la poesía por sí sola. La coherencia de las personas que convocan en nombre de la poesía.

 

He estado en reuniones donde no es la coherencia precisamente la que marca la acción del grupo, y se supone que son personas convocadas por la belleza de la poesía. Y cuando hay prejuicios, después de tanta belleza, les oyes expresarse de manera peyorativa de ciertos grupos sociales o de ciertos grupos étnicos. Entonces creo que la poesía no hace mucho. La belleza queda como algo abstracto. La poesía no trasciende más allá. No se convierte en un valor humano que pueda propiciar la empatía. No siempre sucede. Entonces no creo que la poesía por sí misma pueda generar eso.

 

P: ¿Qué significa ser mujer y poeta? ¿La poesía es mujer?

 

B.O.: No sabría qué responder qué significa ser mujer y poeta. Si creo que la poesía es femenina, aunque sea escrita por hombres. La poesía y lo poético son parte de eso femenino de la parte femenina que constituye el universo. De eso que llamamos lo femenino en el universo, en la vida, y que se complementa con lo masculino. Yo creo que la poesía es fundamentalmente femenina, aunque sea escrita por hombres.

 

P: ¿Puede realmente la poesía dar algún aporte para defender la continuidad de la vida en el planeta?

 

B.O.: Creo que sí. La poesía puede sensibilizar para defender la vida, la continuidad de la vida en el planeta. Para amar la naturaleza. La lectura de poesía puede sensibilizar en el amor hacia la naturaleza. En ese sentido, podría contribuir. Aunque no creo que sea esa misión como tal de la poesía, pero sí creo que puede contribuir muchísimo en la sensibilización.

 

Creo que las actividades como las que lleva a acabo Oficio Puro de leer y hacer recitales en los parques, en los ríos, en homenaje a un árbol centenario, yo creo que esas actividades pueden contribuir. Leer poesía ahí en esos escenarios. Creo que también es importante en esa tarea de sensibilización y defensa de la naturaleza, de la vida en nuestro planeta Tierra, que es la única que conocemos, puede haber otras, pero es la única que conocemos.

 

P: Hay dos poetas sobre las cuáles ha hecho amplias referencias en distintos momentos. Ida Gramcko, quien fue su facilitadora en espacios de los Talleres de Creación Celarg de Poesía en los años ochenta, y Elizabeth Schön, a quien también pudo conocer. Agradeceríamos si pudiera brindarnos una breve semblanza sobre ambas a partir de la interacción que sostuvo con ellas, y la lectura al menos de un poema de cada una de ellas.

 

B.O.: Me gustaría más bien darte una impresión mía de lo que fue el contacto con ellas. Sobre esa relación con ellas. En ambos casos, al final de la vida de ellas. Ida Gramcko murió en 1994 y Elizabeth Schön en el 2007.

 

A continuación, Belén Ojeda lee un poema de Ida Gramcko del libro “Casi silencios”.

 

Si yo recibo plenamente

puedo dar con la misma plenitud

Recibir de este modo

escuchar

es como iniciación de un diálogo

Entre quien recibe y quien da

se produce como una respiración

Algo se levanta

se otorga

y algo

quietamente

lo acoge agradecido

y el agradecimiento

si se hace resplandor

ya es ofrenda

 

Y de Elizabeth Schön, comparte la lectura de un poema del libro “El cigarrón”:

 

Acatando el mandato interno de mi destino

prosigo hacia los candelabros

hacia los cirios

hacia las hogueras

donde el árbol inmole su esmeralda lisa

de empinados fulgores íntimos.

 


 

4.3. La palabra de la mujer poeta

El siglo XX venezolano se caracterizó por el proceso de exclusión e invisibilización de las mujeres escritoras a través de las diversas dificultades que en su momento afrontaron en una sociedad machista y conservadora. Entre éstas se encuentra el cuestionamiento a la mujer divorciada, y de la creadora que se ha atrevido a ejercer abiertamente su sensualidad y sexualidad, lo que se expresa por ejemplo en la vida de María Calcaño, y en las adversidades que afrontaron artistas como ella para publicar y dar a conocer su obra.

 

Se han consultado apreciaciones sobre la vivencia de las mujeres poetas en el Frente Oficio Puro y otros colectivos literarios. Además, se presenta a seguidas una aproximación a las representantes consolidadas y emergentes de estas corrientes culturales.

 


 

4.3.1. La mujer poeta en los grupos literarios

María L Marinelli S., activista de Oficio Puro, oriunda de San Antonio de los Altos, estado Miranda, comenta:

 

“A la mujer venezolana le costó insertarse en la poesía tuvo que afrontarlo destejiendo nudos y prejuicios, para las mujeres es parte del devenir histórico su lírica y creatividad fue aflorando cada día mejor, sensibilidad que ha traspasado fronteras. En la actualidad muchos colectivos poéticos reflejan el crecimiento literario de la mujer en nuestro país. Ahora es cuando seguiremos aromando los espacios” (Marinelli, María, 2020).

 

Sucesivas actividades para estudiar y valorar la vida y obra de escritoras venezolanas se han realizado a lo largo de diez años del Frente Oficio Puro. Se pueden destacar los diversos eventos denominados “La poesía es mujer”, realizados conjuntamente con el Colectivo cultural Criticarte, entre otros eventos y momentos. Además, el Frente Oficio Puro se ha propuesta la proyección de la labor creadora de sus integrantes, con especial énfasis en la obra de las compañeras poetas. Asimismo, podría constatarse fácticamente que en el presente una notoria mayoría de activistas de las agrupaciones literarias de la Gran Caracas la conforman mujeres.

 

 

En la XVII tertulia literaria del Frente Oficio Puro (jueves 14 de marzo de 2013) se realizó una primera actividad en la cual se compartió el performance “Operación ¡La papa y la pepa por siempre!”, a cargo de la artista plástico Argelia Bravo y otras activistas que mantienen una trayectoria de lucha por los derechos de la mujer y de solidaridad con los movimientos de diversidad sexual. La actividad fue relevante en perspectiva analítica porque se sostuvo un diálogo con la profesora e historiadora (UCV) Marianela Tovar, acerca de los desafíos de la Mujer en el momento presente, quien aportó una visión de experta sobre el tema de la perspectiva de género.

 

Ana Gloria Palma, activista de Oficio Puro, manifiesta que en la actualidad

 

“(…) La mujer participa en amplitud en nuestro grupo, pero continua en la invisibilización impuesta desde el patriarcado y fomentada por la hipócrita mirada de inclusión” (Palma, Ana Gloria, 2020).

 

Le comentamos que, por lo que se ha vivenciado en diálogos grupales entre las mujeres poetas de la Gran Caracas con quienes se viene compartiendo en diversos espacios de reflexión, aún no hay posturas consolidadas en Oficio Puro o espacios intergrupales acerca del feminismo y sobre los problemas de exclusión que afectan a las mujeres escritoras. Ana Gloria Palma (2022b) opina que así ocurre porque “hay una percepción según la cual el feminismo excluye al hombre, y las luchas contra las formas de discriminación la deben emprender mujeres y hombres, mancomunadamente”.

 

En esta perspectiva, la discriminación de la mujer escritora y poeta se da de forma sutil por la hegemonía masculina que se ha apropiado del espacio humano desde hace siglos y existe “un amplio movimiento sexista más que feminista que continua bajo la sombra del patriarcado” (Palma, Ana Gloria, 2020).

 

Geraldine Giménez y Mariajosé Escobar, integrantes de Las Fulanas Esas, comentan que ellas no han afrontado discriminación o dificultades para la participación o promoción de su labor creativa en instancias públicas o privadas, pero estiman que

 

“(…) aún hay mucho por mejorar en ese aspecto: basta con abrir una antología y contar cuántas mujeres y cuántos hombres hay. Es un experimento impresionante. Lamentablemente, esto sigue siendo así en nuestro país. Hay mucho por avanzar en este sentido. Sin embargo, creo que nosotras en particular hemos logrado muchos espacios de difusión de nuestra poesía y nuestro pensamiento (Escobar, Mariajosé y Giménez, Geraldine, 2020).

 

Aprecian que hay un auge en la actualidad de mujeres creadoras. Pero no se trata de que las mujeres antes no crearan, sino que, debido a las luchas, las mujeres escritoras han logrado acceder a más espacios. Destacan que aún hay mucho por hacer:

 

“Para nosotras ser mujeres poetas significa mostrarnos como seres humanos con una mirada de reivindicación ante un sistema machista que buscamos desmontar, reconociéndonos como parte de la humanidad” (Escobar, Mariajosé y Giménez, Geraldine, 2020).

 

Destacan que la agrupación “Las Fulanas Esas” la componen solo mujeres, incluyendo a Deisa Grimau y a la inolvidable Caneo Arguinzones. En algún momento hubo una excepción y trabajó con ellas el poeta Jesús Sanoja (Pirulo).

 

Sostienen lo siguiente:

 

“Creemos que la poesía es ser humano. Apoyamos las luchas feministas, las acompañamos. Como puede notarse la participación de la mujer en nuestro grupo es total. Principalmente somos un grupo de amigas poetas, y en este sentido practicamos la sororidad entre nosotras. Todo esto lo hacemos sin menospreciar al hombre: cómo creador y como parte del mundo en que vivimos” (Escobar, Mariajosé y Giménez Geraldine, 2022).

 

“Una Sola Brasa” es una agrupación en la cual la participación de la mujer es clave pues son seis mujeres poetas. Expresan su postura a través de Ana María Hernández y Gladys y. Quintero (2022). Lamentan que en la actualidad hay mayor difusión de obras de los hombres poetas que de las mujeres poetas en el contexto venezolano y en experiencias que conocen de Chile y España. Valoran el reconocimiento actual de escritoras como Ana Enriqueta Terán, María Auxiliadora Álvarez, Ana María Oviedo, y de Belén Ojeda, quien es integrante de la agrupación. Pero observan que la difusión de la obra de estas escritoras no es continua.

 

Para las integrantes de “Una Sola Brasa”” ser mujer y poeta significa: “Un compromiso y armonía entre lo que se piensa, se siente y se escribe, es decir: Coherencia” (Hernández, Ana M. y Quintero, Gladys, 2022).

 

En la agrupación En la Otra Orilla:

“La poesía es asexuada. Su inclinación es hacia la belleza, libertad, igualdad, solidaridad con el otro. Nada limita las creaciones que nacen libres como el viento. La participación de la mujer es casi absoluta. Han pasado muchos del sexo opuesto, pero como es un grupo abierto, hoy solo cuenta con un joven poeta. Las mujeres miembros de este Grupo actúan con claridad y fortaleza, tratando siempre de acercarse a través de sus voces a lo que nutre y eleva a pesar de la discriminación de que es víctima en los actuales momentos” (Tineo, Grisélidis y Guilarte, Vilma, 2022).

 

Con respecto a la presencia femenina en los espacios de proyección de la labor literaria, ellas invitan a hacerse una interrogante:

 

“¿En los eventos, festivales de poesía, ferias del libro a quiénes rinden homenaje o invitan? Siempre o está ausente la mujer o hay cuarenta hombres y una sola fémina. El protagonismo femenino en la poesía venezolana contemporánea es ínfimo, aunque existen grandes voces que están aún en silencio porque los hombres se elogian y leen entre ellos en este contexto machista. Verbigracia, cuando una mujer escribe un poema son las demás mujeres las que se manifiestan mientras los hombres callan. ¿Por qué? Sucede que, a pesar del ausentismo poético y la discriminación obsoleta, ser mujer poeta representa la vida, valentía para cargar la misma historia a cuesta con coraje y sin quejumbre, es el renacer de la esperanza en cada sueño y en cada poema donde deja algo para asirse y seguir el camino. Sin embargo, también existe el hombre poeta que a veces valora, estimula y presta su voz llena de aliento en reconocimiento que se agradece (Tineo, Grisélidis y Guilarte, Vilma, 2022).

 

Yurimia Boscán, poeta residenciada en Los Teques, ofreció una visión panorámica sobre la situación de la poesía de los Altos Mirandinos. Sobre la participación de la mujer estima que es importante, respetada, reconocida y puntual; y en cuanto a si se presentan situaciones de discriminación o exclusión en la dinámica de la poesía en la región, acota que “(…) En lo personal, creo que no, pero sería muy injusto que yo hablara por todas las mujeres” (Boscán, Yurimia, 2022).

 

En la poesía de los Altos Mirandinos se destacan diversas voces femeninas:

 

“Somos varias, Rosalina García, Kristel Guirado, Yurimia Boscán, Maribel Da Silva, Candelaria Herrera, Pastora Briceño, Marlene Rodríguez, Solángel Morales, Karina Quintero, Yurbín Rodríguez…” (Boscán, Yurimia, 2022).

 

En su opinión, la presencia o protagonismo femenino en la poesía venezolana contemporánea antes del año 2000, no era representativa:

 

“(…) Si analizamos las antologías de las décadas desde los 60 a los 90, evidenciamos un desbalance terrible que deja por fuera muchas voces importantes. Y si evaluamos las publicaciones, sigue habiendo desbalance. No obstante, a partir del año 2000, hubo un auge en publicaciones, donde la figura de la mujer alcanzó notoria visibilidad, el panorama dio un vuelco importante donde la mujer adquirió otra dimensión. Pero aún falta” (Boscán, Yurimia, 2022).

 

Como postura muy personal, según advierte, sobre ser mujer y poeta expone:

 

“Para mí, significa ver la vida desde la cotidianidad que no deja espacio para la máscara, tan propia de los años 80. Es poseer el don de la mirada sencilla (la que no quiere deslumbrar a nadie) que lucha por darle espacio a tanta cosa apabullada en el alma en forma de palabras… cosas que nos entran por los oídos, la boca, la nariz, los poros, los sueños, los deseos, los miedos, las contradicciones, las ilusiones y las desilusiones y salen convertidas en poemas que dan cuenta de este paisaje espiritual y urbano que somos” (Boscán, Yurimia, 2022).

 Yurimia Boscán Conversatorio sobre el ridículo arte 
Caracas, 19 de noviembre. Filven 2022


El poeta Marcelo Seguel, quien por varios años se desempeñó como promotor de lectura en la región de Barlovento del estado Miranda, a través del gabinete cultural[20], comenta que en los espacios de creación dinamizados no se presentaron manifestaciones de discriminación:Nuestras compañeras tienen un rol principal dentro de nuestra agrupación con su voz feminista, rebelde, humana y comprometida” (Seguel B., Marcelo, 2022).

 

Ahora bien, en cuanto al protagonismo femenino en la poesía venezolana contemporánea

 

“(…) Obviamente ha venido surgiendo desde una voz reprimida, sometida al machismo, liberando voz y cuerpo dentro de un espacio complejo, difícil, en donde la estructura patriarcal aún hace de las suyas” (Seguel B., Marcelo, 2022).

 

Yvonne Thompson, quien ha sido integrante del grupo Agave, considera que “(…) La mujer tiene un espacio de igualdad, una representación amplia y ejerce funciones de liderazgo de Oficio Puro” (Thompson, Yvonne, 2020).

 

En cuanto a la participación o promoción de la labor creativa de la mujer en alguna instancia pública o privada, sostiene que no ha enfrentado discriminación,

 

“(…) sin embargo es notable que los carteles de invitación y eventos de renombre tiene una mayor participación el género masculino” (Thompson, Yvonne, 2022).

 

Valora la presencia y protagonismo femenino en la poesía venezolana contemporánea:

 

“(…) Voces que se hicieron escuchar y nos acompañan hasta nuestros días, voces que se dieron permiso de decir desde el ser femenino, desde la conciencia femenina, no solo del cuerpo y del saber de una mujer, sino decir desde una voz política, social, como Miyó Vestrini, que desde espacios formales logró llamar la atención y hacer poesía. La crudeza de María Auxiliadora Álvarez en “Cuerpo”, poesía visceral, solo por citar un par de ejemplos” (Thompson, Yvonne, 2022).

 

Y expresa una particular apreciación sobre la condición de escritora:

 

“Ser poeta debiera desvincularse del género. Ser poeta, es SER poeta. La sociedad limita al ser femenino aún y la poesía es un acto de liberación, es el reconocimiento de que no hay diferencias, las diferencias emergen de las vivencias de cada individuo, pero el recurso y la forma de expresión es la misma” (Thompson, Yvonne, 2022).

 

Arlette Valenotti (2023), en cuanto a la participación de la mujer en Oficio Puro comenta que es muy nutrida en número y en diversidad de contenidos poéticos. En lo personal, sostiene que en algunos casos sí ha enfrentado discriminación y exclusión en círculos literarios:

 

“(…) cuando intenté llevar mis textos a una editorial y, sin pasar por el Consejo Editorial, sin evaluación, se limitaron a “recomendarme” que siguiera escribiendo “para que te entretengas”.

 

Otro caso sucedió en un recital donde conocí a unos poetas pertenecientes a un grupo “muy calificado” internacionalmente. Me invitaron solo como público porque “nuestro target es muy alto”, según me dijeron refiriéndose a su nivel (Valenotti, Arlette, 2023).

 

Arlette Valenotti manifiesta lo siguiente:

 

“Siento que al ser mujer y poeta (y viceversa), tenemos en nuestras manos, piel, corazón y alma toda la libertad ganada… Pienso que la poesía nos abrió las puertas de la libertad, de expresarnos abiertamente con toda la fuerza que antes estuvo reprimida” (2022).

 

Y añade:

 

“Últimamente, poco a poco, ha ido avanzando la presencia y protagonismo femenino y reconocimiento dentro de la literatura venezolana. Se ha hecho notar, se ha visibilizado y ya se creó un espacio ganado y merecido. Pasando de ser solo musas a protagonistas dueñas de nuestras propias letras” (Valenotti, Arlette, 2023).


 

4.3.2. La proyección de las poetas venezolanas

En la actualidad podría reconocerse una extensa generación de mujeres escritoras como referentes de la poesía contemporánea en Venezuela. Algunas de ellas con mucha experiencia suelen ejercer como facilitadoras de talleres, acompañando procesos formativos en espacios institucionales e interactúan con el Frente Oficio Puro y las agrupaciones fraternas en diversos momentos y contextos. En ese torrente se encuentran Belén Ojeda, Astrid Lander, Libeslay Bermúdez, Ingrid Chicote, Yurimia Boscán, Ximena Benítez, Wafi Sahli, entre otras compañeras.

 

Luego se presenta una generación de poetas jóvenes que ya cuentan con trayectoria y proyección. Ese conjunto comprende a Beira Lisboa, Cristina Gálvez Martos, Diana Moncada, Valenthina Fuentes Meleán, Rosa Elena Pérez Mendoza; “Las Fulanas Esas”, Deisa Tremarias y Mariajosé Escobar Gámez, entre otras. Su proyección se sustenta en el talento creativo presente en sus publicaciones y en certámenes donde han sido reconocidas, como los premios Fernando Paz Castillo (Fundación Celarg), Obras de Autores Inéditos (Monte Ávila Editores Latinoamericanas), Stefanía Mosca (Fundarte, Alcaldía de Caracas), Premio Luis Britto García (Concejo Municipal Libertador, de Caracas) y las bienales nacionales que el Centro Nacional del Libro lleva adelante conjuntamente con gobiernos regionales y el soporte de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.

 

Un evento significativo que proyectó las voces emergentes fue el I Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes de Venezuela, que se realizó desde el jueves 30 de junio y hasta el 1 de julio, (ENPJ), organizado por la Fundación Editorial El perro y la rana, en el marco del Festival Mundial de Poesía de Venezuela 2016. En esa ocasión 72 poetas jóvenes, hombres y mujeres, con edades entre 15 y 35 años de edad, de diecinueve estados del país, debatieron sobre temas de interés y compartieron sus creaciones con el público. De ahí emanaron modalidades de reunión, promoción y publicaciones que han permitido especial figuración.

 

Actualmente, se está dando a conocer la obra poética de Ana Gloria Palma Moreno, Ligia Álvarez, María Alejandra Suárez Bescanza, María Eugenia Acero Colomine, María Marinelli, Arlette Valenotti, Ana María Hernández, Jessica Álvarez, Gisela Domínguez Daly, Gema Matías, Aracelis García Reyes, Anabelle Madden, Isabel Ortega Díaz, Adriana I. Herrera Malaver, junto a otras, a partir de sus libros publicados. Hay algunas compañeras que cuentan con mucha experiencia aun cuando se esperan sus primeros poemarios. Son los casos de Gladys Y. Quintero, Grisélidis Tineo, Vilma C. Guilarte, Natacha Salazar, Ilse Gómez, Bolívar Pérez, Ariadny Alvarado, Geraldine Giménez, Beatriz Aiffil, Gardenia Perguer, Jeanett González. 

Todas ellas se insertan en la generación poética que se proyecta en las primeras décadas del siglo XXI. Aparecen en antologías, blogs, publicaciones periódicas, encuentros y recitales. La actividad que se genera desde los grupos que integran ha contribuido a proyectarlas.

 

Belén Ojeda (Caracas, 1961). Poeta, traductora y músico, egresada Cum Laude del Conservatorio Tchaikovsky, de Moscú. Ha publicado “Días de solsticio” (1995); “En el ojo de la cabra” (2012), “Territorios” (2000); “Graffiti y otros textos” (2002). En 2020, la casa LP5 Editora publicó su “Obra completa” (2020). En 2022 se publicó “Somos cuatro” (LP5 Editora,), obra que contiene poemas de Anna Ajmátova, Marina Tsvetáyeva, Ósip Mandelshtam y Boris Pasternak, traducidos por Belén Ojeda directamente del ruso.

 

A continuación, se comparte un texto original del “Diario de la Maja”, correspondiente al libro “Graffiti y otros textos”.

 

Madrid, verano de 1990

Desde hace años observo a los que me contemplan sin que ellos lo noten. Yazgo en este sofá y miro a los visitantes que acuden a la sala. Sus ojos recorren mis contornos y los del cuadro. Observan mi pose: aquí mi ropaje y más allá mi desnudez.

 

La piel siempre fue anterior a todo ropaje, pero la desnudez… la desnudez es otra cosa. Ofrecimiento, entrega y comunión no pueden ocultarse bajo ninguna túnica.

 

Al palpar lo más profundo, descubrimos aquello que nunca nos será dado ver.

 

Algunos han preferido conocer mi identidad, en lugar de sumergir su desnudez en mi mirada. Otros tratan de explicar por qué descanso vestida en un lugar y desnuda en otro. ¿Acaso conocen realmente lo que es la desnudez?

 

Por mi parte, puedo confesar que nunca me he sentido tan desnuda como en los momentos en los que escribo este diario, o cuando escogí minuciosamente las prendas que vestiría para ser plasmada en este lienzo. Sabía entonces que mi elección mostraría mi ofrecimiento, y que sería mi entrega la que quedaría al descubierto ante todos los que se acercaran a mí. Todo ofrecimiento es desnudez.

 

Ofrezco mi mirada, mi relación con el mundo.

 

Me desnudo.

Belén Ojeda (2023)

 


 

X[21]

Jamás aprendí a bordar

pero la tradición me ha enhebrado

a la cadeneta

 

Llevo los puntos de cruz

en la espalda

Belén Ojeda (2020b)

 

 

Yurimia Boscán (Caracas, 1963) es poeta, licenciada en Letras (UCV), magíster en Tecnología Educativa, correctora de prueba, locutora (egresada de los cursos del CON-UCV), y profesora universitaria. Por más de 25 años ha trabajado el periodismo cultural en los Altos Mirandinos, coordinando suplementos culturales y páginas de poesía.

 

En 2022 se alzó con el concurso de Literatura infantil (mención Poesía) de la IV Bienal Nacional de Literatura Manuel Felipe Rugeles (2022), con la obra “Poesía pequeñita pequeñita”. Obtuvo el primer lugar en el Concurso de poesía feminista “Toda, Nosotras Todas 2020”; fue ganadora de la Beca al Estímulo de la Creación Literaria (Cenal, 2019) en el área de Literatura Infantil; Premio de Poesía para la Mujer Ana Enriqueta Terán (Carabobo, 2019); Premio Crónica Comunal del Municipio Guaicaipuro Hercilia Chicco, mención Creatividad (2017); Premio Municipal de Literatura Cecilio Acosta, mención Poesía (2014); Mención Honorífica del Concurso Nacional I Compilación Literaria (UNEFA/Casa de las Letras Andrés Bello, 2011). Fue jurado de la XXII edición del Premio de Poesía Fernando Paz Castillo 2022.

 

Ha publicado “Poemas” (1983); “Neón” (2000 /2018); “Ama de casa” (2016); “Río de hierba” (2017); “Piel que ata” (2018); "Los últimos días de la casa” (2019); “Érase una vez” (2019); y “Fe de ruta” (2020)

 

De su obra “Río de hierba” se comparten dos poemas:

 

Has abierto

esa puerta

con tus labios.

 

 

He caminado

Con gotas a cuestas

Duelen

por el peso

de poros y penumbras

que no saben

cuánto pesa la lluvia

si se lleva en retazos

Yurimia Boscán (2016)

 

Su obra “Ama de casa” presenta estampas de la mujer que se debate en los escenarios domésticos.

 

Caballo brioso

que se agita con tu color

Vuelvo al diccionario

A definir        fuego        agua

Soy un ciclón

en calma

 

 

No sé quién soy

voy del cuarto a la cocina

y viceversa

Habito en los

 espejos

 

 

Cuando una mujer

barre

quizás pretenda

desaparecer una historia

 

o dos

Yurimia Boscán (2017)

 

 

Ximena Benítez Vargas, poeta y licenciada en Artes Plásticas, mención Escultura, egresada de la Escuela de Artes Visuales “Cristóbal Rojas” y del Instituto Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón. Ejerció como Vicerrectora del Poder Popular de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte). Se mantiene como docente en esa casa de estudios. Ha sido editora fundadora de la Colección Poesía del Mundo, la Revista Arte de Leer, Libros de Venezuela del Ministerio del Poder Popular para la Cultura de Venezuela y de los Cuadernos de Pensamiento y Creación de la Unearte.

 

Ha publicado “Temporales en extramuros” (Fondo Editorial Ipasme 2007) y “Caracas, visiones visibles” (Fundación Editorial El perro y la rana, 2013). Obtuvo el Premio Nacional de Promoción de Lectura en el año 2003. Ha sido facilitadora del taller de poesía de Monte Ávila Editores Latinoamericana y docente de apreciación literaria en Unearte.

 

Ximena Benítez (2016) considera que la poesía en la actualidad puede aportar

 

“Cobijo, asombro, ternura, esperanza, deseo, ensoñación, fuerza, belleza, fealdad, descontento, revelación, motivos, dudas, puntos de vista, comprensión, contención, vida, el mirar más allá.” (Benítez, Ximena. En: Alva, Cristóbal, 2016b).

 

A continuación, se comparten dos textos de su poemario “Caracas, visiones visibles”:

 

Lame

lame lento

lame el lamento de la mente

el elemento transpirado

la médula

libertaria de la momentaneidad

Pilón de sillas amenizadas

por el escalpelo de la culpa sonriente

frigidez angelical

libreto de la conspiración

nada me importa

solo el rostro transfigurado

del re cuerdo

alfileteado del añil

Ximena Benítez (2013)

 

Y el siguiente:

 

La muerte abanica los bolsillos del tiempo

pastorea a patadas los zumbidos

nos ofrece lunares postizos

olfateamos el regazo submetálico de sus dedos

airosos creemos burlarla alfileteando nuestros huesos

¿pero qué mortuorio más burlesco que el cemento?

dentaduras del oficio titilan en el alquilado beso del augurio

¿cómo entender el cuerpo de la muerte si nada sabemos de la vida?

asistimos al devenir enviudado de la espina

sumamos pelos triturados en una alfombra

¡se escapa el momento!

¡la vida te huye indetenible!

el rastro atigrado se te mezcla

el cambio vocifera sus hogueras

hasta destruirnos

sin muerte no hay vida

clavo en ti la flor sepulcral

no nos pertenecemos

vuelco inasible

misterios

Ximena Benítez (2013)

 

 

Ximena Benítez (Foto: cortesía de Beatriz Granado)


Es necesario mencionar a la joven Caneo Arguinzones (Caracas, 1987-2014), integrante de “Las Fulanas Esas”, quien partió tempranamente a la edad de veintisiete años, luego de una fulgurante existencia de creación y compromiso social, cultural, literario, humanista. Es una figura emblemática de la nueva generación poética y de este proceso histórico. Se comparte un texto aportado por sus familiares para este registro.

 

Jaca

Cabalgué sobre María de vientre hinchado,

hambreada

Cabalgué su lomo viejo y curvo,

hincó su colmillo en mi costado,

descendió precipitada a desangrarse.

Llegará el alba donde nadie mencione Jesús,

y el tiempo nada tenga que ver con su nombre.

Y María desmembrada, vuelva su rostro hacia mi vientre,

señalando una década.

Cabalgué su cuerpo flaco y

preñado de parásitos.

Caneo Arguinzones Herrera

En “Las chicas van al baile” (2012)

 

Caneo Arguinzones Herrera en Puerto Rico
(Foto: cortesía de Myriam Bianchi)

Mariajosé Escobar, activista de Oficio Puro y de la agrupación “Las Fulanas Esas” aporta algunos textos inéditos.


 

Se espera que próximamente sea publicado su poemario “Desde el vagón”, reconocido con Mención Honorífica del Premio Nacional Fernando Paz Castillo (2022), que otorga el Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos.


No me digas mami

 

No me digas mami

te lo pido

ni reinita

ni bebita

ni princesa

ni mi amol

no soy una cosa chiquita

digna de meterse en caja de cristal

No soy un artículo de colección

ni un adornito para la mesa

no soy un pajarito herido

ni una niña que pide ayuda

No me digas mami

porque yo tomo

todos los días

el mismo Metro que tú

porque yo me trasnocho igual que tú

para crear

porque yo me bebo la ciudad

de un solo sorbo

porque yo no soy cosita

ni mamita

ni mucho menos un "culito"

No voy a poner tu mesa en su santo lugar

y si quieres una muñequita

que haga arroz con leche y se quiera casar

entonces vete a otra parte

donde no te alcance

mi lástima

Mariajosé Escobar Gámez

 

3 Estación: Plaza Sucre. Torniquete

Se levanta

y en el vaso de la mesa de noche

una ella chiquitica duerme aún

duerme duerme la duermevela va

de un lado a otro

relampaguea

en el horizonte matinal

Un pie fuera de la cama

el pie que irá a la montaña

atento a los rumores

a los extraños ecos descabezados

umbral del día

la mañana

Un pie fuera de la casa

el grito de la realidad

La ella chiquitica en el borde del vaso

sigue durmiendo

duerme duerme la duermevela va

es la máquina de soñar que nunca se apaga

Un pie dentro del Metro

torniquete

umbral del día laboral

Mariajosé Escobar Gámez

 

5 Estación Agua Salud: Faros

Se levantó perezosa

y caminó

intentó salir de casa y no pudo

volvió a acostarse

y en su sueño pesado solo vio dos faros

que sin atender

a ningún dictado la miraban

Faros de andar en manos

de balancearse

de atrebolarse

Faros que se empequeñecen en las caderas

Faros de dientes

Faros de lengua

Faros de labios

Faros de olfato y ojos

Faros de nomeolvides

Faros ir al trabajo

Se levantó perezosa

y caminó

y siguió viendo

los faros

Mariajosé Escobar Gámez

 

 


 

16 Estación: Altamira. Pájaros en el Metro

 

Aburrida en el Metro a hora pico

algo me humedece el pecho

es una lengua de pájaro

que aletea entre mis senos

Mi mirada enseguida voltea con pudor

pero todos siguen tranquilos

unos bostezando

otros hablando

Me abandono al latir

y es un botón de imaginación y deseo

que ha florecido en medio del tráfico

Mariajosé Escobar Gámez [22] 

 

 

Ana Gloria Palma Moreno es poeta, técnico superior en Psicopedagogía (Inapsi) y licenciada en Educación integral (Unesr). Para ella, ser mujer y poeta significa

 

“(…) Tener una voz para defender la voz femenina para un futuro lleno de baches que no sé si se logren tapar con una realidad verdaderamente incluyente y respetuosa” (Palma, Ana Gloria, 2020).

 

Se presentan a continuación un poema de “Fe entre girasoles” (2021), seguido por textos de “Y crepitas sobre el malecón” (2022):

 

Azul

Soy azul

Sí, azul.

Podría ser verde, amarilla, roja,

Morada. Soy azul.

Huelo a silencio y a mar.

Respiro en olas de nácar.

Respiro cielo

y con el aliento en la boca

voy al azul de tu vientre

me escapo.

Y en ese azul pierdo irremediablemente

porque soy azul

marina atrapada.

Ana Gloria Palma (2021)

 

Después que te fuiste

aquí lo que quedó

fue un escándalo

Jesús Sanoja

Un día más

Un día más para

abandonar la casa

quemar recuerdos sobre la estufa

y dejar de mirar la vida desde una ventana

Un día más para...

escuchar nuestras risas

dejar el llanto y quejarnos

para unir nuestros retazos

las tiras de nosotras

Un día más para

coser heridas sobre las sienes

reparar patadas, moretones

y contar golpes

no más doblar el tiempo

y engavetar el silencio

los adioses

 

Un día más para

volver a tejernos

remendar a nuestras niñas y

mujeres del mañana.

Ana Gloria Palma (2022)

 

A veces [23]

solo a veces me levanto con tu recuerdo

y cojo esas puntadas que nos unen

Me cobijo

y un vapor sopla dentro de mí

caricias intermitentes de un momento

con olor a lluvia

en humedad entre las hojas

Hoy sopla tu recuerdo

Vívido recuerdo de un tiempo que no termina de llegar

Hoy me cobija tu tibieza

un ánfora que me calienta

 

Es la tormenta que sopla entre mis sábanas donde siento el hoy un poco triste

 

Y tu mirada tan cerca

cómo aquel húmedo beso que atesoro en el recuerdo

donde quedó atrapado aquel adiós

que hoy revierte mi añoranza...

Ana Gloria Palma

 

 

Arlette Valenotti expresa en su poemario “Estación de fuga” (2013) una visión de la mujer madre:

 

Tu cuerpo, mujer

A Norma:

Gracias por diseñar mi vida

Amasándola en bendiciones

Tu cuerpo, menudo y perfecto

Tu cuerpo, ágil, inquieto

incansable de amar.

Pariendo sueños, amasando hijos.

 

Tu cuerpo, olor a talco,

A avena recién hervida

Gotas de vida, calma la sed

Consuelan llantos.

 

Tu cuerpo de desvelos,

pechos de cuna

es ahora, sin defensa

sin juicio

y sin delito…

tu verdugo

tu celda

tu tortura.

 

Tu vida quedó encarcelada

entre rejas de huesos.

 

Sumergida y perdida

en la mayor soledad

de tu cuerpo

 

Con los ojos vendados

buscando salida…

se escuchan tus gritos mudos

cuando escapa una lágrima de libertad.

Arlette Valenotti

 

 

Grisélidis Tineo es integrante fundadora de la agrupación En la otra orilla. De profesión nutricionista egresada de la Universidad Central de Venezuela, comenta que un día dejó de calcular calorías y nutrientes, y comenzó a calcular las palabras para crear versos:

 

Amantes

Tuve uno, volcán de besos

vistió mi cuerpo desvanecido

enfureció mi sangre

El mendigo intelectual de mirada soñadora

El ciego exploró la geometría de mi piel

Un día salieron disparados al infinito

 

Tuve tantos amantes que inventé otros:

Un poeta escribió en mi cuerpo

Ardientes besos con lápiz de miel

Un escultor talló mi geografía del placer

Un pintor dibujó mi silueta en el aire

Ellos pueden irse cuando quieran

Deseos que perfumaron noches de insomnio

Grisélidis Tineo / 7 de mayo de 2014

 

María Eugenia Acero Colomine se presenta en la actualidad con su poemario “Una y nos vamos” (2021):

 

(…) ¿Por qué una y nos vamos? Bueno, porque cuando uno se cae a palos con los amigos, la energía de unión y de desahogo es tan poderosa que no te quieres ir. Siempre hay algo importante que decir, una canción por cantar, un beso por dar, una pieza por bailar.

En este caso, el sucedáneo no es el alcohol, sino la palabra (…)”

 

Es egresada de la Escuela de Idiomas Modernos de la UCV, y se desempeña como cronista en el semanario Épale. Su primer poemario contiene textos muy breves, haikus, aforismos, versos con despliegue visual, estampas…

 

2.- Desvío a 100 mts

Dando tumbos por la vía encontré mi camino,

espero poder cambiar rápido de canal.

 

8.- Medicina

Hay belleza en la adversidad.

Amargo cura

Mi aliento.

La consulta es a 600.

 

19.- Presa

Aún atrapada

Por la hermosura

De tu

Veneno,

Pregunto si volveré a ver el aire,

O si se abrieran las puertas

Quisiera.

 

22.- Crisálida

Vine a morir,

Empiezo.

 

23.- Pyramid

“El hombre pasa. La pirámide siempre queda”

Juan Calzadilla

Subir.

para subir

Para subir a la pirámide

Para subir a la pirámide hay que

llevar botas para subir la pirámide

tomar agua para subir a la pirámide

saldar cuentas para subir a la pirámide

Deshacerse de Dios para subir a la pirámide

Subir a la pirámide, para subir a la pirámide. Subir.

Derrotar los sueños colgados en el armario de recuerdos añejos

dejar el traje de piel en el depósito de los mañanas y escalar aferrado.

Una gota flota sobre las tejas de las hojas. Besos de encomienda desde el cielo

La tierra busca abrazar el inmenso, se crece al crujir de entrañas. Ahora te toca subir.

Cualquier camino conduce

María Eugenia Acero (2021)

María Eugenia Acero

Gema Matías, nacida en Barcolena, España y arraigada en Venezuela es autora de “Hoanarao”, poemario ganador, en 2018, del certamen Obras de Autores Inéditos, otorgado por Monte Ávila Editores Latinoamericana y publicado en 2020.

 

Tobe nayoa

Bajo los mangles se esconden resplandores

sueños del pueblo que otea

 

moriche para alimentar el cuerpo

moriche para el techo

moriche para hacer una soga que aprese la eternidad

moriche para descolgar estrellas

y hacer un atrapasueños sinuoso

que nos salve del tiempo

 

Ubau, ubau, ¡ee, ee!

Gema Matías (2021)

 

Gema Matías también ha publicado “Ara Solis” (2018), obra de la cual se incorpora el siguiente texto:

 

Detenido mi tiempo

salta un cristal

en la sombra

de un errante peregrino

 

Son quizás las sales de un beso

de infinitos sonidos

que dibujan el extravío

 

mientras el amor se columpia

del aroma de un olivo

 

sin campanas incendiarias

ni artesón de fuego

en la veleidad riojana

de sus dóricas metáforas

Gema Matías (2018)

 

A continuación, Anabelle Madden, oriunda de San José de Costa Rica y arraigada en Venezuela, quien desea unir por medio de la literatura infantil y juvenil a Latinoamérica, buscando sus tesoros en cada cultura, rindiendo homenajes a las etnias indígenas e investigando sobre aspectos ecológicos. Licenciada en Educación, especialista en dificultades de aprendizaje y Psicopedagoga, cuenta con un diplomado en Escritura Creativa.

 

Ha publicado “Venezuela, tierra de mágico encanto”, colección de tres libros: I. Para los más pequeños, II. Hacia una conciencia ecológica y III. Tepuyes, moradas de los dioses (2005). “Hombres diferentes” (2006), “Onda ecológica I. Creciendo con amor a la naturaleza” y “Onda Ecológica II. En nuestras manos está el futuro” (2009), “Sapos y ratones, cuentos a montones” (2010); “Costa Rica, tierra de ensueño” (2004); “Te regalo una montaña” (2010), “Encanto de Brujas” (2013), entre otros.

 

Se considera afortunada de tener en su corazón dos patrias, su natal Costa Rica y la tierra de sus amores y luchas, Venezuela. Ama la narrativa y ahora incursiona en el ámbito de la poesía.  Pertenece a los grupos poéticos “Oficio Puro” y “La Espiral de la Imagen”.

 

Se hace presente con dos textos inéditos[24], en los cuales ofrece su auto presentación y su auto-reconocimiento como mujer escritora.

 

Soy cuentista y a veces poeta

Amontono mis fantasías

en los barcos oscuros del insomnio

Atrapo duendes en las vasijas de oro crepuscular

desde entonces, soy cuentista.

Juegos fantasmagóricos entre brujas y hadas

castillos de leve brisa.

Las diademas caen y se revelan los príncipes

ante el Genio de la Naturaleza.

Acuno poemas

se abre la corola de mi alma

me embriago con el néctar de su esencia.

Pienso en besos, en entregas,

en miradas de niños encantados

y jóvenes enloquecidos de madreselvas.

Sentimientos perdurables

ante los ojos del lector

o los abismos del olvido.

Aquí estoy como las salamandras

con sus vestidos de jungla y sol.

Amando los árboles, acariciando cóndores

de plumas metálicas y viajes cósmicos.

Fui extranjera por mil caminos

inventando versos juguetones

febriles de amor.

A veces, tengo las manos ausentes

el corazón liviano

perdido entre laberintos

buscando musas bajo la lluvia.

Sueño ser pregonera de los astros

de algún cometa loco

con su larga cola de inspiración

Y es ahí cuando percibo

las risas como acuarelas de la selva

y se desprende la palabra

brizna milagrosa.

 

El siguiente texto lo realizó con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2022:

 

Sigo el ritmo del zancudo

La voz de la mañana me llama

no he podido encender la hoguera

el computador absorbe.

Bailo en la sala

al ritmo de conjuros

lejanía de gestos

guiños seductores.

Me pierdo en la casa

busco arriba, abajo

al final de las cortinas

una clave, una señal.

Quebranto normas

Exprimo limones

Pelo ajos

Detengo el mundo en un jardín.

La memoria

convertida en leyenda

dos almas escuchan

distintas melodías.

Confundida, enloquecida

hago cantar las copas

develan secretos

brindo por ellas.

Soy hechicera y adivina

entre el vapor de las ollas

Recorro bosques

con manos húmedas

de aceitunas verdes.

Hay días oscuros

el polvo hace nidos

Enciendo lámparas de oración

Me convierto en el pan

que nunca más llenará

la boca de mi madre

Peligrosa loca

Salto hacia adelante

Barro discusiones

Perfumo temores

Cocino amores.

Me torturo, me reprimo

los suspiros se elevan

las palabras me baten

a su antojo.

Alquimista de cosas que no fueron

Albahaca, romero y menta

Especies y sentimientos

la familia nace, decrece

se levanta de nuevo.

Anabelle Madden

 

Luego de un par de años fuera del país, la poeta, antologuista e investigadora Isabel Ortega Hernández se reincorporó a finales de 2022 a la dinámica del Frente Oficio Puro:

 

Hoy ha sido un día glorioso

amanecí florida

Dios eyaculó en mí.

Isabel Ortega Hernández (2008).

 

Se suma el aporte de Myriam Bianchi, desde los aires marinos de Montevideo, Uruguay. Ella es Gestora cultural por la Universidad Ort, cuenta con certificación de investigadora por la Biblioteca Nazionale Central Roma, por sus indagaciones sobre la vida y obra del poeta, escritor, crítico y director de cine Pier Paolo Pasolini. También ha realizado labor destacada en la difusión de la obra del escritor español Federico García Lorca. Ha publicado los poemarios “Sortilegios del tiempo” (2015), “Trazos místicos” (2009) y “Nómade” (2019). Además, cuenta con una obra narrativa publicada, “Arabescos marinos” (2011). El contacto original con el Frente Oficio Puro se produjo con motivo de la celebración del centenario de la poeta Idea Vilariño, efectuada a través de espacios de mensajería chat, actividad en la cual brindó la aproximación central a la vida y obra de la poeta uruguaya. Desde entonces Myriam Bianchi ha acompañado al Frente Oficio Puro desde la cálida distancia de las proximidades espirituales:

 

Ser Mujer

Porque ser Mujer

es un acto de resistencia y rebeldía.

Es salir al ruedo

los días que no nos sentimos bien,

es bailar con nuestros hijos

sin sentir vergüenza de que nuestros pasos

estén fuera de moda.

Sonreír desde lo más profundo,

maquillar nuestro rostro

para disimular las noches sin dormir,

es seguir soñando a pesar de la realidad.

Es apostar a un nuevo proyecto de vida,

es amar sin culpas y sin miedo.

Tejer redes como hacían las abuelas,

redes con aroma a sándalo,

y lanzarlas con tal impulso que atrapen la luna.

Gotas encandiladas de luz

                            sobre el escenario de la vida.

Myriam Bianchi (2019)

 

Durante el proceso de pandemia, el Frente Oficio Puro se despidió con pesar colectivo de dos compañeras que integraron la organización desde los primeros años. Elia Margarita Alonso y María Angélica Ascanio fueron activistas de la Asociación de Escritores de Guatire y formaron parte del movimiento de Poetas Riístas, creado en 2019.


Elia Margarita Alonso


Elia Margarita Alonso, activista de Oficio Puro, artesana, cultora y poeta mirandina, originaria de las Islas Canarias, se arraigó desde muy joven en la población de Guatire, y realizó una reconocida labor para la recuperación de las tradiciones populares, y las historias de vida de las y los cultores populares de esa región mirandina.

 

Cursó estudios de matemáticas en la Universidad Central de Venezuela, los cuales interrumpió a raíz del violento proceso de intervención gubernamental de esa casa de estudios en 1969. Continuó siempre vinculada al cálculo matemático desde la numerología y la astrología. En perspectiva shamánica, ejercitó diversas prácticas de salud integral.

 

A veces, sin querer

tropiezo en el espejo

con la figura de una mujer

que algo quiere recordarme

Pero dista mucho de la que recuerdo

Esa que veo

me trae a la memoria el tiempo

el carcomer de la vida

Me retrotrae a muchos instantes

queriendo salvar algunos

Pero al final

queda ella impávida

y sorprendida de sí misma

Elia M. Alonso H.[25] (2014)

 

 

María Angélica Ascanio (1952-2022), poeta, educadora y artista plástico. Cursó Arte Puro en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas y realizó estudios de Artes en la Universidad Central de Venezuela. Fue ganadora de la primera edición del certamen de poesía “Los senderos que se bifurcan” (Fundación Aguas de Mayo y Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, 2008). Se encuentra incluida en la Antología de la séptima edición del Festival Mundial de Poesía “Fundada está mi casa” (2010) y participó en varias ediciones de este Festival. Fue la escritora Homenajeada en la XI Feria Internacional del libro de Venezuela FILVEN, estado Miranda (2015). Escribió “Orú” (2008), publicado por la Fundación Editorial El perro y la rana. Dejó dos títulos inéditos Letanías de la piel y Mujer cactus. De este último se reproduce a continuación un conjunto de textos. Estos poemas circularon en espacios del chat telefónico grupal por vocación expresa de la autora.

 

No te metas en los huecos de

la vida,

no te distraigas tomando hojas

secas de los caminos.

¡Ven! Bésame pronto porque la

quietud de la noche es poquita.

 

 

Mejor es la soledad

que la rueda de

tenerte

y no tenerte

 


 

Mínima estaba

en lo profundo

de una cueva,

frágil mariposa

preñaba la matriz,

hilos de sangre,

ojos de espanto,

dedos al aire,

una vida,

que no fue.

 

Entrégame tu ardor

pues deseo tomar de la

primera escarcha.

Escucha el sonido del

cantarín manantial,

de mi pecho brota leche.

Ahora es que recuerdo aquel

paisaje.

 

 

Cuando te veo,

todos los luceros

brillan en mí.

La primavera renace

en mi cuerpo,

el mar es como incienso

en mis entrañas

y todo lo que alimenta

todas las cosas hace

sonar campanas en mis

mis poros.

Miro a la distancia

y reluce un bosque

de cactus talados.

 

 

Quiero abrir la palabra,

abrirla y dejarla parir

lo que ella es.

Triste martillar de

tantas puertas,

resonancia de una

llave.

María Angélica Ascanio (textos inéditos)

 

María Angélica Ascanio 

En 2021, la poeta María Angélica Ascanio presentaba muchas dificultades para emplear sus manos. Manifestó que eso le impedía participar en las dinámicas de chat telefónico de Oficio Puro y Poetas Riístas. Sin embargo, aseguraba que leía todo lo que se posteaba en esos espacios. Hizo llegar a Cristóbal Alva (moderador del chat de Oficio Puro) y a Marcelo Seguel (moderador de otro grupo de chat) su poemario inédito “Mujer Cactus” para que se compartieran sus textos en los intercambios poéticos virtuales y telefónicos, algunos de los cuales se reproducen en este documento con fines académicos y testimoniales.

 

¡Hasta siempre, muchachas! ¡Las llevamos muy adentro!



Lecturas poéticas en el Hall de la Biblioteca Central de la UCV
Caracas, 14 de febrero de 2023





[1] Este poema corresponde originalmente a la obra “Al norte de la sangre”, publicado en 1946.

[2] Disponible en el canal de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (CasaBello) en la plataforma youtube.com: https://www.youtube.com/watch?v=Zac96k91Dto

[3] Esa apreciación remite a la memoria del asombro, sobre la cual reflexiona el profesor Aníbal Isturdes (2022) en el enfoque de Ecopoesía que propone el Frente Oficio Puro.

[4] Este texto forma parte originalmente del poemario “De bosque a bosque” (1970).

[5] La necesidad de alcanzar la elaboración poética (construcción de la metáfora) en la literatura de compromiso es un aspecto frecuentemente analizado en espacios de taller del Frente Oficio Puro, y se ha identificado como desafío y dificultad.

[6] Texto original del poemario “Una” (En: Ríos, Eduardo, 2017).

[7] En esta investigación se consultó la segunda edición (Vestrini, Miyó, 2013).

[8] Texto del poemario “Las historias de Giovanna” publicado originalmente en 1971.

[9] Poema de “El invierno próximo”, publicado originalmente en 1975.

[10] Poema de “Valiente ciudadano”, obra publicada póstumamente en 1994.

[11] Es un poema inédito que aparece por primera vez publicado en “El encierro del espejo” (2002), por Editorial Blanca Pantin, y recuperado por Gutiérrez Wienken, Geraldine (2022).

[12] En 2023, el Frente Oficio Puro ya ha emprendido el abordaje de estos temas, mediante conversatorios que se han realizado en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, donde se han manifestado diversas posiciones contrastadas.

[13] Algunas de estas escritoras son conocidas por su obra narrativa, pero igualmente son referentes para la poesía emergente. Igual ocurre con autoras de otros orbes como Virginia Wolff.

[14] Entrevista personal con Belén Ojeda (2023). Las conversaciones en varias sesiones fueron sostenidas entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 2023.

[15] Los escritores del periodo soviético fueron leídos y estudiados en diversos espacios y momentos de taller de la mano de Belén Ojeda.

[16] Los talleres de Creación Celarg en el ámbito de literatura datan de 1976. El primer taller de Creación Celarg de poesía estuvo a cargo de Ludovico Silva.

[17] Anna Bon di Venezia (Bolonia, 10 de agosto de 17391​ – c. 1767) fue una compositora italiana (https://es.wikipedia.org/wiki/Anna_Bon_di_Venezia).

[18] Antonia Paduani Paresci (Venecia, 1640-París, 1720) fue compositora italiana y cantante (se puede buscar más información por Antonia Bembo, su apellido de casada). Cantó para el rey Luis XIV. Destaca su obra L´Ercole amante (1707). Compartió escena con el guitarrista Francesco Corbetta en ciudades europeas. Fue discípula de Francesco Cavalli (https://es.wikipedia.org/wiki/Antonia_Bembo).

[19] Mileva Marić, también conocida como Mileva Einstein (Titel, 1875-Zúrich, 1948) fue física y matemática serbia. Fue colega y primera esposa de Albert Einstein, de 1903 a 1919. Tuvieron tres hijos (una hembra y dos varones). Fue la única mujer entre los compañeros de estudios de Einstein en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y segunda mujer en terminar un programa completo de estudios en el Departamento de Matemáticas y Física (https://es.wikipedia.org/wiki/Mileva_Marić).

[20] Los gabinetes culturales son iinstancias de gestión regional del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

[21] Texto original del poemario “El cuaderno de Colombina”.

[22] Texto inédito aportado por la autora para esta memoria del Frente Oficio Puro.

[23] Poema inédito que se presenta como contribución de la autora para esta memoria.

[24] Ambos textos son aporte de la autora para esta investigación y memoria histórica del Frente Oficio Puro.

[25] Queda pendiente el trabajo de recuperación de sus textos literarios. Este poema aparece fechado el 28/9/2014 en sus apuntes personales. Lo publicó en red social el Movimiento de Poetas Riístas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario